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BOGOTÁ, COLOMBIA.- Repudio y estupor causó en Colombia el asesinato del ex gobernador Jaime Lozada, cuya esposa está plagiada desde hace cuatro años por la guerrilla y sus hijos fueron liberados luego de tres en cautiverio y el pago de un millonario rescate.
Las autoridades han dicho que las primeras informaciones apuntan a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tienen en su poder a la esposa de Lozada como una de las “secuestradas políticas” para presionar por un canje o intercambio humanitario entre miembros de la Fuerza pública y políticos por rebeldes presos.
Lozada fue asesinado el sábado por la tarde cuando viajaba por una zona del sur del país. Según el periodista Jorge Masmelos que estaba en el carro, los autores lanzaron explosivos que dañaron severamente el carro y francotiradores los balearon por un kilómetro mientras el chofer trataba de avanzar. Un hijo de Lozada resultó herido.
Dentro de los móviles que se mencionan, esta la declaración pública de Lozada en el sentido que le debía dinero a las FARC por el rescate de sus hijos y que como estaba atrasado en sus cuotas, había recibido amenazas de ellos.
“Es un golpe a un dirigente del intercambio humanitario”, dijo el político conservador Álvaro Leyva. “Esto tiene que gravitar mucho en la conciencia del presidente que se ha negado a atender este problema”.
Uribe ha dicho que no despejará dos municipios que exige la guerrilla para liberar a estas personas, algunas de las cuales llevan más de ocho años en poder de las FARC.
, entre ellas la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien en febrero cumple cuatro años en cautiverio.
Para el candidato liberal Horacio Serpa, el asesinato de Lozada enrarece el panorama de las elecciones de 2006 y muestra el fracaso de la seguridad democrática, el programa de Uribe para restablecer el orden.
