EFE
ISLAMABAD, PAKISTÁN.- Las fuertes lluvias y nevadas que caen sin cesar sobre Pakistán desde hace una semana han causado unos 280 muertos y cientos de desaparecidos, en especial en el suroeste del país, donde la rotura de una presa ha afectado a miles de personas.
Según dijo ayer por la tarde un portavoz oficial, “hasta el momento, el Ejército, la Armada y los guardacostas han recuperado 135 cuerpos” en los distritos afectados por la riada causada por la rotura el jueves de la presa de Shadi Kor, en el sur de la provincia de Baluchistán, mil 900 kilómetros al suroeste de Islamabad.
En declaraciones a los medios locales, Mohamed Ilyas, uno de los responsables del Equipo de Gestión de Crisis de Baluchistán, aseguró en Qüeta, la capital de la provincia, que unas 500 personas siguen desaparecidas y muchas se han refugiado en zonas altas cercanas a la ciudad de Pasni, donde desemboca el río Shadi, 40 kilómetros al sur de la presa.
El presidente del país, el general Pervez Musharraf, visitó ayer la región de Gwadar y la zona de Pasni, donde aseguró que “el Gobierno suministrará la máxima ayuda posible a los que han sufrido las lluvias y las nevadas”.
Musharraf dijo que “la Armada paquistaní suministra asistencia médica y socorro en Pasni, mientras el Ejército lleva a cabo labores de rescate en la región con el apoyo de la Fuerza Aérea”.
Unos tres mil soldados y un millar de policías, con seis helicópteros y lanchas neumáticas, prosiguen las labores de búsqueda y rescate en la comarca de Pasni.
Los militares utilizan aviones de transporte “Hércules C-130” para trasladar comida y tiendas de campaña a la zona, con el fin de dar cobijo a unas siete mil personas que se han quedado sin hogar, al haber sido arrasadas sus aldeas por la aguas.
El total de damnificados, incluidos los habitantes de la ciudad de Pasni, capital de la comarca, cuyas calles se inundaron con la riada, asciende a entre 25 mil y 35 mil, según las distintas fuentes.
En el resto de la provincia de Baluchistán, cerca de medio centenar de personas ha muerto en los últimos cuatro días en sucesos ocasionado por las lluvias torrenciales y un gran número de mineros llevan varios días atrapados en las galerías de varias minas de carbón, sin poder salir debido a que el agua ha destruido los equipos para acceder a los pozos.
En el norte, ayer por la madrugada, al menos 33 personas murieron al caer una avalancha de nieve sobre el poblado de Mitawali Siri, en el valle de Nilum, unos 250 kilómetros al noreste de Islamabad, en la zona himaláyica de Cachemira bajo administración de Pakistán, según la Policía.
En el valle de Astor, en las montañas himaláyicas del Karakorum, también en la zona de Jammu y Cachemira, seis personas resultaron muertas también ayer por la mañana en otro alud de nieve.
Las operaciones de rescate se han visto dificultadas por las constantes nevadas que caen sobre esa zona de alta montaña desde hace más de una semana y que mantiene la red de carreteras cortada, incluida la ruta que une Pakistán con China a través del Karakorum.