EFE
LA HAYA, HOLANDA.- El 25 aniversario del reinado de Beatriz de Holanda comenzó ayer con una sesión extraordinaria conjunta del Parlamento y del Senado, en la que la Familia Real al completo fue la invitada de honor.
Holanda celebra cada 30 de abril el Día de la Reina, coincidiendo con la fecha del cumpleaños de la ya fallecida reina madre Juliana.
El ya de por sí carácter festivo de esa fecha se refuerza con la celebración del jubileo del reinado de la actual soberana, que fue coronada el 30 de abril de 1980.
Los festejos se abrieron con una inusual reunión de la Cámara del Senado y del Parlamento.
La Reina fue recibida por primera vez en este cuarto de siglo a una sesión de ambas Cámaras, con una canción coreada por voces infantiles.
Junto con los elementos musicales también hubo discursos, entre otros del primer ministro, Jan Peter Balkenende, y de la presidenta del Senado, Ivonne Timmerman.
Balkenende resaltó la posición imparcial de la soberana, quien ?ha demostrado que es posible estar por encima de los partidos y al mismo tiempo, con la gente?.
En general se destacó el papel de unidad que desempeña la reina, que en varias ocasiones ha remarcado la importancia que para ella tiene ?hacer las cosas bien?.
Balkenende elogió la ?profesionalidad? de la reina Beatriz en el desempeño de sus funciones, pero también apuntó la necesidad de que cuente con tiempo para su ?vida personal?, que según él le aporta ?inspiración y energía?.
Además, tampoco olvidó, quizás por la cercanía de la celebración del referéndum sobre la Constitución Europea que tendrá lugar el próximo uno de junio, la implicación de la reina ?por una Europa democrática y por una unión que nos ha aportado bienestar?.
El presidente del Parlamento, Frans Weissglas, también hizo referencia a la vocación europea de la reina Beatriz, sobre la que dijo que representa ?el alma europeísta de nuestro país?.
Durante la ceremonia no faltaron las palabras de recuerdo para el esposo de la soberana, el príncipe Claus, fallecido en octubre de 2002 y que era uno de los miembros más populares de la familia real.
Entre los presentes ayer en la sesión conjunta de las Cámaras también se encontraba una representación de ciudadanos de pie, entre ellos un grupo de jóvenes.
Durante la sesión fueron proyectadas entrevistas entre un diputado y los jóvenes, así como imágenes de su vida cotidiana, que incluían desde las actividades de un entrenador voluntario de futbol infantil hasta de una madre de familia, o un concejal de Ayuntamiento.
Cada uno de ellos escogió un objeto que fue colocado en una vitrina situada en la sala, como símbolo de aspectos de la sociedad que indirectamente están relacionados con la figura de la reina.
Otro hecho sin precedentes en la sesión, que transcurrió en un ambiente desenfadado, fue la interpretación del Himno Nacional por un coro formado por un grupo de diputados, lo cual provocó sonrisas tanto entre los miembros de la Familia Real como en los miembros del Gobierno.
El resto del día transcurrió con una visita de la monarca y su familia a la ciudad de Scheveningen, cercana a La Haya, mientras que el resto del país se tiñe de naranja, el color que simboliza a la dinastía de los Orange.
Holanda se transformó en un día como ayer en una fiesta callejera colectiva, con música en las calles, mercados ambulantes improvisados y una retransmisión televisiva de la visita de la familia real a la ciudad de turno.