Se compromete el Pontífice a promover la unidad de los cristianos y a trabajar por la paz del mundo
AGENCIAS
ROMA, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI celebró ayer su primera misa pública como Pontífice número 265 después de uno de los Cónclaves más breves en un siglo, una señal inconfundible de que la Iglesia Católica, enfrentada a los problemas del siglo XXI, se propone aferrarse a la tradición.
Benedicto, el ex cardenal alemán Joseph Ratzinger, ingresó en la Capilla Sixtina para celebrar la misa, rodeado de los cardenales que lo eligieron Papa en el mismo recinto un día antes. Con vestimentas doradas y la mitra blanca y áurea, Benedicto XVI pronunció un brillante discurso, toda una declaración de principios, en el que se comprometió a proseguir el trabajo trazado en el Concilio Vaticano II, a promover la unidad de los cristianos y a trabajar por la paz en el mundo.
Joseph Ratzinger dijo sus primeras palabras de reconocimiento para Juan Pablo II y dijo sentir las famosas palabras de Karol Wojtyla ?no tener miedo?.
La misa la ofició en latín, idioma en el que pronunció el mensaje. Concelebraron los cardenales Ángelo Sodano, que durante el Papado de Juan Pablo II fue el cardenal secretario de Estado, y el purpurado colombiano Alfonso López Trujillo, que fue presidente del Consejo Pontificio para la Familia.
Bajo la atenta mirada del Cristo del inigualable fresco ?El Juicio Final?, pintado por Miguel Ángel, el Papa Ratzinger dijo que en estos momentos siente ?un sentido de inadecuación y de turbación? por la responsabilidad confiada por los cardenales.
Benedicto XVI agregó que junto a esos sentimientos siente una ?profunda gratitud a Dios? y que considera que su elección se ha debido a una gracia especial concedida por Juan Pablo II.
?Siento su mano fuerte que estrecha la mía, me parece ver sus ojos sonrientes y escuchar sus palabras ?no tener miedo?, dirigidas en esta ocasión hacia mí?, manifestó el Papa.
Tras recordar los días de la muerte y funeral de Juan Pablo II, Ratzinger pidió a Dios ?que supla la pobreza de mis fuerzas, para que sea un valiente y fiel pastor de su rebaño, siempre dócil a la inspiración de su Espíritu?. Y a partir de ahí comenzó a trazar un primer esbozo de lo que será su Pontificado, poniéndose ?de manera humilde? en manos de la Providencia y pidiendo a los cardenales ?la constante y sabia? colaboración.
Benedicto XVI dijo que Juan Pablo II ha dejado una Iglesia ?más valiente, más libre y más joven?, que mira con serenidad al pasado y no tiene miedo del futuro y que él está dispuesto a seguir por ese camino, trazado por el Concilio Vaticano II, del que dijo es la ?brújula? en la que se orientará.
?Quiero afirmar con fuerza mi decidida voluntad de proseguir en el compromiso de continuar con las actuaciones del Concilio Vaticano II, en la misma línea que mis predecesores. Los documentos conciliares no han perdido actualidad, sus enseñanzas se revelan pertinentes en las nuevas instancias de la Iglesia y en la presente sociedad globalizada?, afirmó con rotundidad el Papa.
Tras recordar que este año la Iglesia celebra el Año de la Eucaristía, el Papa Ratzinger manifestó que los católicos tienen que sentirse estimulados a trabajar para lograr la ?ansiada? unidad de los cristianos.
UNA CARGA DEMASIADO PESADA
La mayoría de los habitantes de Regensburg está complacida por la idea de que su antiguo vecino Joseph Ratzinger sea el nuevo Papa. La excepción es su hermano de 81 años.
Georg Ratzinger, un sacerdote que se ordenó el mismo día que su hermano menor, dijo que siente temor por las tensiones que sufrirá el nuevo Papa Benedicto XVI, de 78 años.
?No me complace mucho?, dijo Georg Ratzinger, sentado en su apartamento de Regensburg, contemplando la foto de Joseph con su vestimenta papal en la primera página de un periódico. ?El público no ve la otra cara, es un trabajo duro?.
Además, añadió, significa que los hermanos se verán menos que antes. Cuando era cardenal, Joseph visitaba Regensburg cuatro o cinco veces al año y tiene una casa en las afueras de la ciudad.
Georg espera viajar a Roma para verlo próximamente, tal vez el sábado. ?La vida familiar podría verse un poco reducida?, dijo.
?Está bien, su salud es buena. Sólo espero que su salud se mantenga así y que su puesto no sea fuente de preocupaciones y fastidio?.
Georg Ratzinger brindó algunas ideas sobre lo que su hermano, a quien muchos consideran un teólogo rígido y distante, hará como Papa. En primer lugar, es necesario descartar esa imagen y comprender que es una ?persona modesta, sencilla y alegre?, dijo.