EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Cumplir 11 años de trayectoria artística no es nada sencillo, y por eso el pasado viernes la Camerata de Coahuila demostró por qué se ha posicionado de manera tan fuerte no sólo a nivel regional, sino a nivel nacional.
Ante un Teatro Nazas con lleno total, los integrantes de la Camerata arribaron al escenario y minutos después apareció uno de los invitados de honor: el violinista Sebastián Kwapisz, solista que interpretó Las Cuatro Estaciones de Vivaldi.
Fue así que se inicia con la Primavera, hermosísima pieza que el público ubica inmediatamente; después vino el Verano, cae el Otoño y al final se interpretó con maestría el Invierno.
En todo momento, la Camerata lució a Vivaldi de una manera excepcional y Kwapisz mostró un virtuosismo increíble, que no deja la menor duda de que se está ante uno de los grandes violinistas. Al terminar su intervención, el público lagunero agradecido de tener a Kwapisz en casa, le ofreció merecidos aplausos, segundos después el músico regresó al escenario y correspondió a los presentes con una pieza más.
Al comenzar la segunda parte del magnífico concierto, la Camerata interpretó con gran acierto Las Estaciones Porteñas de Astor Piazzolla (Otoño, Verano, Invierno y Primavera en este orden), para lo cual se hizo acompañar del bandoneonista argentino César Olguín, quien puso a ritmo de tango al auditorio.
El sonido que aportó Olguín con su bandoneón llevó a la Camerata a una de sus más deliciosas interpretaciones, con un público al borde del éxtasis, Ramón Shade dirigió a esta agrupación de manera extraordinaria, un concierto inolvidable que cerró con el encore Adiós Nonino, una de las piezas más clásicas y emotivas de Astor Piazzolla, lo cual emocionó enormemente al público asistente.
Al terminar, la Camerata de Coahuila reafirmó su calidad ante un auditorio totalmente complacido que rebasó sus expectativas gracias a la calidad que mostró la orquesta en este 11 aniversario.
