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WASHINGTON, EU.- “La ONU no fue creada para llevar a la humanidad al paraíso, sino para alejarla del infierno”, dijo del ex secretario general del organismo Dag Hammarskjold (1953-1961).
La frase resume para muchos la misión y el valor del máximo foro mundial que cumple 60 años de existencia.
Pocas veces como ahora ha estado tan amenazada, desde fuera y desde dentro, con su prestigio en caída libre y la credibilidad y legitimidad cuestionadas. Pero esto tiene un antes y un después: la invasión de Irak en marzo de 2003 por Estados Unidos.
Fue a partir de entonces cuando todos los males que padecía desde hacía años salieron a la luz. Con la llegada del nuevo milenio, se vio con más claridad que nunca que todo el sistema debía transformarse para hacer frente a la nueva realidad y desafíos.
Que, en esencia, no son otros que los que inspiraron su fundación, tras las dos contiendas mundiales que sacudieron Europa: evitar la guerra y garantizar la paz y la seguridad internacional, lo que quedó recogido en la Carta de Naciones Unidas, que comienza así: “Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra...”.
La ONU, sucesora de la Sociedad de Naciones establecida en 1919, comenzó a existir de manera oficial el 24 de octubre de 1945, después de que el 26 de junio de ese mismo año 50 países firmaran la Carta de Naciones Unidas en San Francisco (Estados Unidos).
Polonia, que la firmó más tarde, se convirtió igualmente en uno de los 51 países fundadores. En la actualidad, está compuesta por 191 países. Suiza y la República Democrática de Timor-Leste fueron los últimos en incorporarse, en 2002.
Su actual cuartel general de Nueva York, de 38 plantas, comenzó a construirse en 1949 y alberga cuatro de los órganos principales del sistema de Naciones Unidas: la Secretaría, la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo Económico y Social (ECOSOC, por sus siglas en inglés).
El resto de agencias, programas y delegaciones que se incluyen bajo el paraguas del organismo se diseminan por varias decenas de países en todo el mundo.
En su misión por garantizar la paz, la ONU creó en 1948 el Departamento de Mantenimiento de la Paz, que desde entonces ha llevado a cabo 60 misiones en todo el mundo a cargo de los conocidos “cascos azules”.
En la actualidad hay 17 en curso, con un presupuesto fijado entre julio de 2004 y julio de 2005 de cuatro mil 470 millones de dólares. El costo total de todas las misiones de paz realizadas desde 1948 se calcula en 36 mil dólares, según datos del organismo.
Al ser este uno de sus principales objetivos, se reconoce que la organización ha fallado en varias ocasiones, al no haber sido capaz, por ejemplo, de evitar la guerra en Irak, ni el genocidio de Ruanda, en 1994, además de los conflictos en Somalia y Bosnia, entre otros.
