México, (EFE).- Este año se cumple un siglo del inicio de las exploraciones a la zona arqueológica de Teotihuacán, donde continuarán los trabajos de investigación en las pirámides del Sol y la Luna, así como la restauración del templo de Quetzalcóatl.
En 1905, el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, ordenó que se iniciaran las excavaciones en la enigmática ciudad de Teotihuacan, ubicada a 50 kilómetros de la capital mexicana.
Para este 2005, restauradores y arqueólogos trabajarán en la consolidación del Templo de Quetzalcóatl, "sobre todo de su fachada en la que se encuentran las esculturas alusivas a esa deidad y a Tláloc (dios de la lluvia)", según informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Para ello, se realizará una inversión de dos millones de pesos (unos 176 mil dólares), agregó.
También se prevén trabajos de exploración en la Pirámide del Sol y la publicación de los recientes hallazgos mortuorios en la Pirámide de la Luna para seguir el armado del intrincado rompecabezas de la cultura teotihuacana.
El esplendor de la civilización de Teotihuacan, que floreció entre los años 100 y 650, empezó a salir a la luz tras la difusión, a finales de 2004, de las investigaciones de dos arqueólogos que hurgaron durante 70 meses en las entrañas de la pirámide de la Luna.
El arqueólogo mexicano Rubén Cabrera y el japonés Saburo Sugiyama empezaron a desvelar los secretos que ha guardado durante más de mil 350 años la pirámide de la Luna, construida entre el año 100 y el 400, en el extremo norte de la Calzada de los Muertos de la misteriosa ciudad.
Los arqueólogos descubrieron desde 1998 seis ofrendas mortuorias que revelan algunos misterios de la que fue una de las mayores civilizaciones mesoamericanas.
Cabrera dijo a EFE en un recorrido por la región que en 1998 se inició el proyecto para resolver varias incógnitas relacionadas con la cultura teotihuacana, como la de conocer el significado de la pirámide de la Luna, su historia, su época de construcción y sus características.
El imponente edificio, de 18 mil metros cuadrados y 42 metros de altura, es junto con la pirámide del Sol y el Templo de Quetzalcóatl, uno de los tres más importantes de la zona y hace referencia al cosmos.
Otra incógnita era conocer el carácter que tuvieron los líderes teotihuacanos, ya que a pesar de los muchos años de investigaciones en el lugar "hay muchas cosas por resolver, entre las que destacan el conocer cómo era la estructura de Gobierno".
Algunos expertos consideraban que la teocrática Teotihuacán estaba gobernada por un grupo de sacerdotes, una especie de consejo de ancianos, mientras que otra hipótesis señala que, como en todas las culturas mesoamericanas, debió existir un solo gobernante.
Cabrera y Sugiyama encontraron varias ofrendas mortuorias que dan elementos para conocer algunos detalles de la civilización, como el hecho de que sus habitantes acostumbraban a hacer sacrificios humanos, en contra de la creencia generalizada hasta ahora de que los teotihuacanos no tenían ese tipo de prácticas.
Los arqueólogos hallaron tres esqueletos humanos en posición sedente como los mayas, por lo que se cree que había una estrecha relación con este pueblo a nivel de cuestiones del Estado, dijo Cabrera.
Los entierros hallados en la zona suponen "una evidencia del sacrificio humano a gran escala en Teotihuacán", señaló el arqueólogo.
El especialista dijo que durante las siete temporadas en que trabajaron encontraron una gran cantidad de información y materiales fantásticos, que un equipo multidisciplinario examinará para afinar algunos detalles de cómo vivía la misteriosa civilización teotihuacana.
"La investigación se terminará en unos diez años, pero daremos avances de acuerdo a como vayamos obteniendo información", indicó.
Cabrera comentó que aún quedan cuestiones sin resolver, como las relacionadas con el lenguaje de los teotihuacanos.
"Eso no se podría encontrar en las excavaciones. Es un problema que deben resolver los lingüistas ya que, aunque estuvieran decorados los edificios, no darían claves de cuál era el lenguaje de los antiguos teotihuacanos", explicó.