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La paz, Bolivia.- La Cámara de Diputados acordó la madrugada de ayer acortar el mandato de sus miembros y aprobó una enmienda constitucional para llamar a elecciones generales el cuatro de diciembre facilitando así una salida a la crisis política que provocó dos cambios de gobiernos en menos de dos años.
Minutos después una sesión bicameral, el Congreso aprobó por mayoría llamar a elección de representantes para la Asamblea Constituyente y de manera simultánea a un referéndum sobre autonomías regionales para el dos de julio de 2006.
Con ello se dio por superada una controversia entre regiones y grupos sociales cuya indefinición provocó la crisis que obligó a renunciar el pasado junio al presidente Carlos Mesa.
Por 80 votos a favor y 27 en contra, los diputados decidieron acortar su mandato en casi dos años para facilitar elecciones para presidente, vicepresidente y legisladores como reclama la mayoría de la población, según las encuestas y estimaciones políticas y periodísticas.
Sin embargo, la enmienda constitucional deberá ser ratificada por el Senado pero no se espera que haya cambios toda vez que la decisión forma parte de un acuerdo de seis de las ocho bancadas legislativas.
De no mediar ese acuerdo, el presidente Eduardo Rodríguez estaba obligado a convocar a elecciones sólo para presidente y vicepresidente y para completar el período que vence el seis de agosto de 2007, toda vez que el actual mandato fue interrumpido.
Campesinos y otros grupos sindicales habían amenazado con retornar a las presiones para obligar a los legisladores a facilitar una renovación de los dos poderes. La semana pasada, los diputados fracasaron en su intento de lograr un acuerdo.
El Movimiento al Socialismo (MAS) el partido del líder cocalero y diputado Evo Morales y la Brigada Parlamentaria de Santa Cruz, cedieron en sus posiciones para lograr la salida. Ambos estaban enfrentados sobre las prioridades de la agenda.
Aquellos reclamaban que antes de las elecciones generales se realizara una elección para la Asamblea Constituyente, mientras que Santa Cruz, la influyente región del oriente, demandaba para agosto de este año un referéndum sobre autonomías regionales.
Después de varios meses de tensión social e incertidumbre, el acuerdo encamina una salida pacífica a la crisis política generada tras la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003 después de una cruenta revuelta popular, y a la dimisión de su sucesor Mesa quien renunció agobiado por protestas sociales.