Califica el mandatario como "avergonzante" una política sobre migración centrada sólo en cuestiones de seguridad y afirmó que EU necesita de la mano de obra mexicana.
México, (EFE).- El presidente de México, Vicente Fox, censuró hoy el rumbo que está tomando la discusión de un acuerdo migratorio en EU, y consideró "oprobiosa" y "avergonzante" una política sobre el asunto centrada sólo en cuestiones de seguridad.
Fox hizo estas críticas en duros términos en el puente fronterizo de Reynosa (Tamulipas, norte de México), en un momento en que líderes republicanos y empresarios están divididos ante cómo debe ser un acuerdo migratorio con México.
El presidente terció en la disputa señalando que EU necesita de la mano de obra mexicana, que por miles cruza cada año la frontera norte en busca de mayor bienestar y mejores condiciones de vida.
"Esta situación que estamos viviendo en este momento, oprobiosa, vergonzante, construcción de muros, el estar reforzando más y más los sistemas de seguridad, el estar violando más y más derechos humanos y laborales, no va a proteger a la economía de EU", dijo hoy Fox.
El mandatario se mostró confiado en que, pese a la lucha de intereses que se vive en Washington, "el año próximo lleguemos finalmente a un acuerdo migratorio".
"Lo que Estados Unidos necesita es fuerza joven, energía, calidad, productividad, que es lo que le da competitividad a esa economía y es la única manera en que puede dejar de perder los empleos que está perdiendo frente a Asia, frente a China", recalcó Fox.
La economía de su país ha sido una de las más dañadas por la irrupción de China como actor de primer orden en el mapa del comercio mundial, pues buena parte de las manufacturas que se exportaban desde México a EU llegan ahora del gigante asiático.
Por ello, el Gobierno de Fox está tratando de estimular la Alianza para la Seguridad y Prosperidad en América del Norte (ASPAN) con EU y Canadá, un pacto que espera que devuelva fuerza al bloque norteamericano forjado en 1994.
"Sumados Canadá, Estados Unidos y México, asociados, trabajando juntos, no sólo protegemos nuestros empleos, sino generamos empleos adicionales, no sólo competimos al interior de este bloque, sino que competimos frente a bloques del exterior", señaló hoy Fox.
Aunque Fox ha criticado con frecuencia la política migratoria estadounidense, por primera vez lanzó estos duros calificativos contra estas medidas durante una reunión en el puente internacional Benito Juárez, a poca distancia de la frontera que separa su país de McAllen (Texas, EU).
Además de la importancia que para EU tendría un esquema migratorio con reglas claras y regularización, para México es fundamental porque el monto de las remesas que reciben las familias de sus trabajadores emigrados sigue subiendo, y en 2005 rondará los 20 mil millones de dólares.
Este concepto supera ya en México los ingresos obtenidos por exportaciones de crudo y los que se perciben por turismo.
El acuerdo migratorio para trabajadores de México en EU ha sido una de las políticas fundamentales para Fox, que lanzó la idea en la campaña electoral que le llevó al poder en 2000.
A comienzos de 2001, los dos países comenzaron a negociar pero los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 truncaron los avances y relegaron el asunto dentro de las prioridades de George W. Bush.
El tema cayó aún más en la lista cuando México se negó a apoyar la guerra contra Irak en 2003, cuando formaba parte del Consejo de Seguridad de la ONU y su voto era necesario para legitimar la invasión estadounidense.
Pese a la constante demanda de México sobre el asunto, EU sólo ofrece ya un nuevo programa de trabajos temporales limitada a ciertos sectores y para cubrir plazas que no ocupan los trabajadores de EU.
El plan incluye otorgar visas temporales por tres años renovables a los empleados extranjeros que se radiquen en EU y a aquellos que vivan en el exterior, pero tengan una oferta de empleo en el país.
Bush aclaró que, de ninguna manera se tratará de una amnistía para los indocumentados, en su mayoría mexicanos, que les otorgue automáticamente la nacionalidad y advirtió que no se recompensará a quienes hayan ingresado ilegalmente al país.