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México, DF.- Acusado de rebelde en alguna época de su vida, el cantante y actor mexicano César Costa, quien además ha incursionado con éxito en la conducción y hasta en la abogacía, se define hoy día sólo como ?un roncanrolero preocupado por su país? y para demostrarlo se dedica de lleno a su labor de apoyo a la niñez.
Nombrado embajador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, en agosto de 2004, Costa está cierto de que esa distinción es uno de los mejores momentos de su vida y una oportunidad única para hacer algo por los demás.
Pionero del rocanrol en México, César Costa explicó que su preocupación por los jóvenes se debe a que está seguro de que mientras más preparados estén, más oportunidades tendrá el país de crecer y consolidarse como una gran nación.
De ahí, dijo, que se sienta muy agradecido por esa confianza y muy comprometido para seguir luchando por la niñez de su país.
César Roel, mejor conocido como César Costa, nació un 13 de agosto en la Ciudad de México y desde pequeño tuvo contacto con la música, primero aprendiendo a tocar el piano y el violín, luego, al conformar el conjunto musical Las Camisas Negras (Black Jeans).
El protagonista de la serie de televisión Papá Soltero recuerda que vivió una infancia feliz en el Colegio Alemán, donde estudió hasta el tercer año de secundaria, como un niño deportista, que por las tardes tomaba clases de piano y violín.
Posteriormente, en la preparatoria, dice, cambió las cuerdas del violín por las de una guitarra y su habilidad para ejecutar el piano fue sustituida por su voz, justo después de regresar de Chicago, Illinois, donde tomó algunos cursos para perfeccionar su inglés.
Fue justamente en esa etapa ?preparatoriana-universitaria?, en 1960, cuando estudiaba Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que Costa se integra a Los Camisas Negras, al lado de Carlos González y Diego y Juan Manuel González Decossío, que en esa década popularizaron El Tigre, Mona Lisa, Vibraciones y Zapatos de ante azul, entre otros temas.
?La experiencia como cantante fue maravillosa porque estábamos en los inicios de lo que fue el rocanrol; nosotros hacíamos música y me ayudó el hecho de saber hacerla, escuchando discos de grupos extranjeros, traduciéndolos y copiándolos?, refiere el artista.
Comenta que ?era muy bello, porque todo lo inventábamos; grabábamos con instrumentos electrónicos, lo cual no se acostumbraba en ese tiempo, y teníamos que ver cómo resolvíamos los problemas, tanto técnicos como económicos?.
El intérprete de temas como Besos por Teléfono y Baila, Baila, mi Amor, entre otros, agrega además de hacer música por gusto, el grupo tenía un sentido empresarial, pues organizaba fiestas y tardeadas para pagar sus instrumentos y amplificadores. El debut artístico de Los Camisas Negras se realizó a finales de los 50 en un foro de Mazatlán, Sinaloa, entidad a la que la banda regresa en diversas ocasiones y que Costa recuerda con gran cariño, pues esos viajes, dice, significaron mucho para el grupo.
En 1961, agrega, el grupo se sintió decepcionado del ambiente del rocanrol, pues la situación para los músicos que tocaban ese género era difícil por el descontento que existió entre las familias, la sociedad y los medios de comunicación, quienes se opusieron, por considerarlos ?muchachos rebeldes? y éste acaba por desintegrarse.
No se trató de rivalidades, pero coincidió con una oportunidad de audicionar como solista y de ahí en adelante, acota el cantante, quien recuerda que esta fase no llegó sola, sino de la mano de la oportunidad de hacer cine.
Así, César Costa participó en 14 películas mexicanas, entre las que destacaron Juventud Rebelde, Dile que la Quiero y El Cielo y la Tierra, esta última al lado de Libertad Lamarque, Angélica María, Patricia Conde y Fernando Luján. Otra de las facetas de su etapa como histrión cobró vida a finales de la década de los 70, con La carabina de Ambrosio, emisión en la que compartió créditos con artistas como Xavier López ?Chabelo?, Beto El Boticario, Alejandro Suárez, Zamorita y la Pájara Peggy.
Sobre esta etapa, señala que era un programa muy divertido, ?que lo hicimos con mucho amor; yo creo que eso está faltando en los programas de ahora. Todos los que participábamos en él lo hacíamos con un gran cariño. Definitivamente fue un programa que marcó un tipo de humorismo muy blanco, muy sencillo y muy divertido?. Otro de los programas de televisión importantes en la carrera de César Costa fue Papá Soltero, a mediados de los 80 y principios de los 90, al lado de Edith Márquez, Octavio Galindo y Luis Mario y Gerardo Quiroz.
El artista recuerda que ?era un bello programa de comunicación, a través de la comedia, que mostraba una familia ?moderna?, que intentaba comunicarse, y cuyo protagonista era un padre viudo; fue una bella serie?, indica con cierta nostalgia.
Agrega que fue una serie que le dejó mucho como persona, pues logró abundar en las relaciones humanas y el papel de los padres, pero también como artista pues lo proyectó de manera importante.
Respecto a la propuesta de llevar a la llamada ?pantalla chica? la segunda parte de Papá Soltero, ahora bajo el nombre de Abuelo Soltero, Costa dice que ?la propuesta existió y yo tenía todo listo, teníamos libretos, el equipo original, todos queríamos compartir una nueva aventura?.
Agrega que ?era una buena idea, porque era un abuelo que ya tenía contactos con los chavos de la nueva generación, con nietos de distintas edades y los problemas a los que se enfrentan; pero no se concretó? y ahora está descartado de sus planes, pues sus actividades dentro de la Unicef lo mantienen alejado de los foros de televisión.
Se trata, insiste, de una responsabilidad muy importante para él pues siempre ha estado muy preocupado por la niñez; siempre ha sido una persona consciente de darle las mejores oportunidades a los infantes, porque eso va a crear una sociedad fuerte, sólida y productiva.
Para él, añade, es un gran reto, y a la vez, ?una oportunidad de hacer algo y poner al servicio de la niñez mexicana todo lo que he hecho en mi vida artística y personal?.
Recordado por su colección de suéteres y su famosa interpretación del cover de Mi Pueblo, del estadounidense Paul Anka, César Costa ha experimentado con éxito sus facetas como cantante, actor, conductor de televisión y abogado, y ahora su mayor reto es ser exitoso como embajador de la Unesco.
Esta distinción la han recibido figuras como Julián Weinch (Argentina), Nicole Kidman y Geofrey Rush (Australia), Daniela Mercury (Brasil), Joan Manuel Serrat y Joaquín Cortés (España), por mencionar algunas.