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México, DF.- ?Aquí en el DF (Distrito Federal) me he encontrado mucho la situación de gente abusona?, cuenta con su peculiar acento norteño Omar Chaparro, conductor del programa de televisión No Manches.
Tristemente, el comediante ha sido víctima de fraudes y abuso de confianza desde que llegó de su natal Chihuahua a la ciudad de México.
Comenzando por los acontecimientos más recientes, el año pasado, el comediante fue invitado para poner voz a Adenaido, el ?asistonto? del Dr. Clon en la primera miniserie animada del lengendario luchador mexicano: El Santo contra los Clones. La novedad es que Carlo Olivares Paganoni, guionista y director de estos dibujos animados, quien solicitó la participación de Omar, nunca le pagó.
Chaparro señala que le ofrecieron cinco mil pesos, pero nunca le cubrieron el monto y para colmo hasta entregó recibo de honorarios: ?me pidieron que les echara la mano porque estaban empezando, nunca hice contrato porque confié en la gente?.
Agrega: ?Yo no sé si agarrarla en su contra -de Olivares-, él vive en Estados Unidos e igual ni cuenta se dio?. Olivares trabaja para el canal de televisión Cartoon Network. El caso del conductor de No Manches se convierte tan sólo en un ejemplo de los conflictos laborales que pueden enfrentar los actores de doblaje cuando no pertenece a un sindicato, en este caso la ANDA (Asociación Nacional de Actores). Chaparro trabajó como independiente y por ello más fácilmente se pueden dar este tipo de irregularidades.
Por otra parte, resulta que la marca de zapatos Andrea, uno de los patrocinadores de la segunda emisión de Big Brother VIP, ofreció a Chaparro un viaje a Brasil, mismo que nunca le cumplieron: ?Ya no me acuerdo el nombre de la persona con la que hablé, pero se la pasaron dándome largas y al final me dijeron que ya no?.
- ¿Creen que los avatares terminan aquí? - No. Como inquilino también ha salido perdiendo: ?Al primer departamento donde llegué me cobraban cuatro mil 500 pesos de renta, allí viví mi primer medio año, solo, triste y abandonado, pero te piden un depósito y la señora nunca me lo regresó, y yo apenas tenía para comer. Luego me caso, me cambio a un departamento de siete mil 500 pesos y exactamente lo mismo, el administrador era un tal Alejandro Pérez y tampoco me regresó mi depósito, le hablé muchas veces pero mejor le acabas dejando el dinero?.
Para el colmo de males y terminar con la secuela, a Chaparro le robaron ¡su computadora!: ?Todo ingenuo voy a la Plaza de la Computación para arreglarla, se las entrego y que se esfuman por una escalera: nunca bajaron, subí para perseguirlos y me andaban monitoreando como para lincharme. Me di cuenta que es toda una mafia, había varios coludidos, te da mucha impotencia?. El carismático comediante asegura que después de todo lo que le ha pasado ya toma sus precauciones, pero nunca ha sido un hombre que guarde rencores: ?Ando medio metido en el rollo de la metafísica y todo lo malo lo convierto en bueno y no guardo ningún rencor, cada vez que alguien me hace algo, la verdad se le revierte y a mí me va mucho mejor porque no soy rencoroso?.
