Pekín, (EFE).- Una mujer china de 119 años, Li Cairong, que había solicitado figurar en el Libro Guinness de los Récords como la más vieja del mundo, falleció antes de que los editores británicos le dieran una respuesta, informó la prensa local.
Li, nacida el 12 de noviembre de 1885 y que vivía en Foshan (provincia sureña de Cantón), falleció por causas naturales el pasado martes, destacó una información del diario "Yangcheng Evening News" publicada en diversos portales de noticias por Internet.
Un nieto de Li había solicitado el récord al Centro Guinness de China después de que la familia consiguiera que un notario confirmara la fecha de nacimiento de la anciana.
En el registro oficial, Li aparecía con 120 años, siguiendo la costumbre tradicional china de considerar que el niño que nace tiene ya un año.
Actualmente, la mujer viva más longeva es la holandesa Hendrikje Van Andel-Schipper, de 114 años (nacida en junio de 1890), mientras que el hombre más viejo es el puertorriqueño Emiliano Mercado Del Toro, con 113 primaveras.
Li aseguraba que el secreto de su longevidad era una buena dieta y "optimismo", y hasta hace bien poco seguía haciendo las tareas domésticas y dando de comer a los animales de la granja familiar.
El pasado año, Li subió a pie a un tramo de la Muralla China, uno de los sueños de su vida, y su foto apareció publicada en periódicos de todo el mundo.
"No esperaba vivir tanto tiempo. De todas formas, no es importante si soy la mujer más vieja del mundo. Sea como sea, soy demasiado mayor para hacer cualquier cosa", destacó la anciana ese día.
En China, la longevidad es sinónimo de felicidad, por lo que el carácter chino que expresa esa idea ("shou") es un típico adorno en puertas, paredes y muchos otros lugares.
