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México, DF.- China se ha convertido en una potencia indomable con una tasa de crecimiento imprevisto de alrededor de 16.8 por ciento para 2005, con lo que revoluciona las perspectivas de negocio y comercio mundiales a través de sus decisiones monetarias, y sus expectativas de mercado interno.
Según un estudio de Deloitte, en el periodo 2005-2007, China enfrentará el fin de restricciones a la inversión foránea (IE) en el sector de distribución, mayor interés en el mercado detallista por parte de extranjeros y la reforma al sector bancario.
Estos cambios implicarán una serie de oportunidades de inversión, aunque también repercutirán en su desempeño económico.
El volumen de comercio exterior de China provocará un desequilibrio entre la demanda internacional y la nacional que aumentó 24 por ciento en los primeros 10 meses de este año y se situó en 1.14 mil millones de dólares.
En contraste con la escasa demanda nacional, esta situación ha comenzado a inquietar al gobierno, que planea tomar medidas para incentivar el consumo nacional y reajustar la política de exportaciones, según informó la prensa local. Más de 70 por ciento de la economía china depende del comercio exterior, que crece desde hace años a una tasa anual de 30 por ciento. El volumen al por menor de los artículos de consumo social se incrementó este año 12.8 por ciento, porcentaje que representa el aumento más rápido desde 1997, pero que sigue por debajo del crecimiento de las exportaciones, según el Ministerio de Comercio. Algunos sectores sufren además un excedente de suministro, lo que obliga a los fabricantes chinos a dirigir sus miradas al mercado exterior; en tanto, el inactivo mercado nacional también ha provocado un incremento desacelerado de la importación. En los primeros diez meses de 2005, las importaciones chinas aumentaron 16.7, a 534 mil 120 millones de dólares, con un superávit comercial de 80 mil 370 millones de dólares; y las exportaciones netas contribuirán con más de 35 por ciento de su crecimiento económico, según datos del Centro Estatal de Información (CEI).
El organismo advirtió que la excesiva dependencia de la demanda extranjera es muy peligrosa, ya que el gran superávit comercial provocará un aumento anormal de la reserva de divisas del país, lo que incidirá en mayores presiones para que la moneda se aprecie y surjan disputas comerciales con otros países.
TIERRA DE OPORTUNIDADES
Los beneficios reales obtenidos por el país son muy limitados pese al gran volumen del comercio exterior, y menos de diez por ciento de los productos exportados son marcas nacionales.
El gobierno chino ha prometido mantener un rápido crecimiento económico además de estimular el consumo nacional para reducir su gran dependencia con respecto a las exportaciones. Adicionalmente, muchas empresas chinas muestran ya destellos de la magnitud del reto que enfrentarán para competir de manera exitosa en un mercado globalizado y altamente sofisticado.
La siguiente generación de multinacionales según Bill Parret, CEO de Deloitte, representa un doble aniversario en China: se cumplen 29 años de la muerte de Mao, y es el vigésimo tercer aniversario del doceavo Congreso Nacional del Partido Comunista. En aquel congreso, el Primer Ministro Deng Xiaoping declaró que era tiempo de "integrar el Marxismo con la realidad concreta de China", y "tomar nuestro propio camino y construir un socialismo con características chinas". Deng trazó el curso de China hacia el capitalismo y la globalización, sin embargo, en la reciente reunión del G-8 en Escocia, Peter Mandelson, el comisionado de comercio de la Unión Europea, manifestó que ese país aún deberá reunir una serie de criterios para ser reconocida como economía de mercado. Esta declaración, en el contexto de la discusión de las leyes anti-dumping en Europa, hizo referencia a uno de los principales retos de China.
Evolución rápida
Con el fin de moverse más rápido y evolucionar para convertirse en una economía de mercado, el gobierno chino deberá proveer, entre otras cosas, un ambiente de negocios en el cual las corporaciones chinas puedan globalizarse libremente, sin la intervención gubernamental, tanto al interior como al exterior de ese país.
A falta de un mejor término, se podría considerar a este proceso como una quinta modernización, una continuación de las cuatro modernizaciones de Deng: agricultura; industria; defensa nacional; y ciencia y tecnología, añadió Parret.
Muestra de esta modernización es la expansión de empresas chinas hacia mercados extranjeros, como la compra de Lenovo del negocio de computadoras personales de IBM, que le permite detentar 27 por ciento del mercado de PC de China y competir contra Dell y Hewlett Packard.
Sin embargo, el éxito de un puñado de empresas chinas es apenas una mínima muestra de la magnitud del reto que enfrenta China para que sus compañías compitan en un entorno globalizado contra otras multinacionales.
De hecho, un análisis profundo sugiere que esta quinta modernización será largo y difícil si se considera que China debe contar con bases sólidas. Por ejemplo, sus marcas, a pesar del enorme mercado doméstico, todavía son pequeñas y poco definidas. Un estudio reveló que las cinco marcas chinas más valiosas del país tienen un valor total de menos de cinco mil millones de dólares, en cambio, cada una de las 500 marcas en la reciente lista de Fortune 500 tienen un valor individual de más de diez mil millones de dólares.
Las empresas líderes todavía compiten, principalmente, por precio, y usualmente sobreponen estrategias de distribución, y en el tema de tecnología, muchas marcas chinas dependen más de licencias emitidas por compañías globales que de su propia tecnología.
La estrategia de las empresas chinas es exitosa en el corto plazo, no conlleva un crecimiento sostenido a futuro, por lo que se deben encontrar nuevos caminos para una mayor innovación en ese país.
Muchas compañías chinas se benefician de un ambiente de negocios con apoyo y protección del gobierno, para tener una posición sostenible en el mercado global, por lo que en un mejor ambiente podrían ser más fuertes y verdaderos jugadores de clase mundial.
En línea con los compromisos adquiridos ante la OMC, así como el desarrollo de infraestructura, reformas en sectores como el bancario y desarrollo de regulaciones, es necesario reforzar el progreso realizado hasta ahora. Gobierno corporativo, para bien o para mal, las preguntas relacionadas con la integridad e independencia en la administración y la revelación de información, serán una de las principales fuentes de preocupación para los inversionistas extranjeros.
Si bien hay avances, el gobierno chino deberá desarrollar aún marcos regulatorios y legales necesarios para fortalecer los estándares de gobierno corporativo, lo que ciertamente es un reto.
Así, el estudio de Deloitte señala que estamos ante el nacimiento de la siguiente generación de multinacionales, en donde algunas de las empresas que nos han sido familiares estarán revigorizadas por su experiencia en China.
Otras serán menos familiares o incluso, estarán basadas totalmente en China, sin embargo, los retos inmediatos que enfrentan las empresas de esa nación son inmensos, la promesa y los desafíos representados por el país no deben provocar temores infundados.
El hecho es que la globalización de las empresas chinas conlleva la promesa de nuevas oportunidades para la innovación y económicas, no sólo en China, sino alrededor del mundo, puntualiza el estudio.
Derogarán impuesto
El parlamento de China aprobó ayer la derogación de un impuesto a la agricultura que tenía décadas de antigüedad, dijeron los medios estatales, en un esfuerzo para elevar los ingresos de la población, reducir la brecha entre ricos y pobres y evitar nuevos disturbios.
El impuesto recaudó sólo mil 500 millones de yuanes (186 millones de dólares) este año y representaba sólo el uno por ciento de los ingresos totales de China del año pasado, dijo la agencia de noticias Xinhua.
El gravamen fue establecido en 1958 pero desde hace tiempo se consideraba como un impuesto injusto. Los granjeros deben pagarlo por más que tengan muy pocos ingresos o incluso por más que no hayan cosechado nada.
El Congreso Popular Nacional aprobó ayer en forma casi unánime una moción que formalmente establece la eliminación gradual del impuesto desde el inicio de 2006, dijo Xinhua.
Pekín ha tomado medidas para incrementar los ingresos rurales, por temor a que la creciente brecha entra la ciudad y el campo que acompaña a dos décadas de expansión económica alimente protestas en las zonas agrícolas, donde las manifestaciones ya están en aumento.
La recolección de impuestos y tarifas desde hace tiempo ha sido uno de los principales detonantes de protestas e incluso de disturbios en el interior de China.
En 2004, el primer ministro Wen Jiabao prometió abolir gradualmente el impuesto cuestionado a lo largo de cinco años, y desde entonces 28 de las 31 provincias y regiones de China dejaron de recaudarlo, dijo Xinhua en reportes anteriores.
La decisión del jueves elimina oficialmente el impuesto a nivel nacional.
El diario Ta Kung Pao de Hong Kong dijo que en 2004, en China se produjeron 74 mil protestas, principalmente en el campo, contra la corrupción, la brecha de la riqueza, las expropiaciones de tierras y los problemas con la justicia. El número creció en 16 mil desde 2003.
BALANCE OMC
El presidente de la última conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), John Tsang, opinó que la reunión que tuvo lugar en Hong Kong fue favorable para los intereses del comercio mundial y para la imagen internacional de la ciudad.
· En unas declaraciones recogidas ayer por el "South China Morning Post", Tsang dijo que en la OMC "hubo más cosas a favor que en contra para Hong Kong, y las habrá aún, sobre todo a medio y largo plazo".
· Tsang, que a última hora de las negociaciones que tuvieron lugar entre el 13 y el 18 de diciembre consiguió arrancar una declaración de las 150 delegaciones negociadoras presentes, aseguró que el evento fue "muy satisfactorio".
· Según Tsang, que ostenta el cargo de Secretario de Comercio de la región especial china, Hong Kong se beneficiará si la OMC es capaz de clausurar la Ronda de Doha antes de finales de 2006, como está previsto que ocurra.
· Si se consigue cerrar un acuerdo, "sobra decir la imagen tan positiva a nivel internacional que alcanzaríamos como resultado de haber organizado esta conferencia".
· Casi la totalidad de la economía de la región depende del sector de los servicios, y su interés en las negociaciones en materia de liberalización de los mercados agrícolas era muy limitado.
· Aún así, jugó un papel de mediador que resultó fundamental para el buen resultado de la conferencia.
· No obstante, el ministro hongkonés se lamentó de que los actos de violencia que tuvieron lugar a las puertas de la reunión terminasen en más de 170 heridos y unos 900 detenidos, entre ellos el español José Ramón Cendán y el hispano-británico Paul Nicholson.
FUENTE: Agencias
