Pekín, (EFE).- El respeto a los deseos paternos y la coacción para casarse antes de los treinta años han creado en China el fenómeno de las "novias de alquiler", al alza durante el Año Nuevo Lunar chino, cuando millones de jóvenes regresan a sus provincias.
"Si el año que viene no tienes novia, que no se te ocurra volver aquí", amenazó el año pasado la madre de Yue, un joven de 31 años que trabaja demasiado como para buscar pareja.
"No pude hacer nada más que buscar una 'compañera de viaje", reconoció Yue, con risa amarga, al diario "China West Metropolitan News". "A lo mejor podemos convertir esta falsedad en realidad y que surja el amor", añadió esperanzado.
Por precios que oscilan entre los 180 (18 dólares) y los 800 yuanes (96 dólares) por día se puede conseguir una falsa novia que apacigüe la cólera de los progenitores de provincias cuando sus hijos superan los 25 años y siguen solteros.
Muchas de las "novias de alquiler" son estudiantes universitarias, según se desprende de numerosas ofertas. La licenciada Liu Ying se alquila en la fría Changchun (Jilin, norte): "Alquiler de novia, 500 yuanes al día. Bien educada, de alta categoría, quiere trabajar a tiempo parcial durante las vacaciones".
Liu agrega antes de dejar su teléfono en un anuncio: "Puedo acompañar a estudiantes que sean muy responsables con su familia. Por favor, absténganse aburridos".
Dos conceptos profundamente chinos, además del pragmatismo, son básicos para entender este fenómeno: "mianzi" (literalmente "cara"), que se refiere al honor, y "xiao shun", obediencia a la familia.
Ambos prevalecen en el campo, origen del éxodo desde 1980 de unos 185 millones de inmigrantes rurales hacia las ciudades que, con motivo del Año Nuevo o Festival de la Primavera, que este año empieza el 9 de febrero, vuelven a sus hogares. Muchos, solteros.
"Cuando existe una demanda en el mercado se produce una oferta", explicó a EFE Xia Xueluan, catedrático de Sociología de la Universidad de Pekín, la más prestigiosa de China.
Xia culpa a las agencias matrimoniales de ofrecer la mayoría de estos servicios y no tiene muy buen concepto sobre las acólitas: "Las buenas mujeres no hacen eso", añade, equiparándolas con prostitutas.
Según el experto, existe un peligro de contagio de enfermedades de transmisión sexual y SIDA, "porque la chica irá a casa del joven y se quedará unos días, por lo que habrá un contacto sexual".
El catedrático atribuye el fenómeno a una "actitud social lúdica". "Juegan con la vida y las emociones y esto trae malas consecuencias. Si encuentran una pareja, no les serán fieles y quizás tampoco les expliquen nunca que antes alquilaron una novia".
"Es un engaño, aunque lo hagan por obediencia a la familia".
Si la sociedad china somete a los hijos varones, futuro sustento familiar a falta de pensiones, a esta presión, las jóvenes, destinadas a casarse según la tradición, lo tienen aún peor.
Superados los 30, si disfruta de una profesión liberal y gana un buen salario, una mujer hace "perder cara" a un posible cónyuge.
"Tengo 25 años, ni guapa ni fea, soy asistente de gerencia de una empresa extranjera en Pekín. No aguanto las palabras de mis padres en Sichuan (suroeste), pero no encuentro novio porque trabajo mucho", reza otro anuncio en Internet.
"Necesito un chico entre 28 y 38 años, que mida entre 1.72 y 1.80 metros, con apariencia correcta, diplomático y discreto. Pagaré por día entre 150 y 200 yuanes, además del avión. Puedo asegurar que no habrá relación y él dormirá en una habitación individual. Absténganse casados, gerentes y calvos", añade.
Zhong Yuan se ha ofrecido a "ser alquilado" por la joven, dice que es ex alumno de la Universidad de Pekín y trabaja como consultor financiero en Pekín y Shanghai.