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BERLÍN, ALEMANIA.- Fiel al estilo del técnico argentino Ricardo La Volpe, la Selección Mexicana de futbol entrenó ayer a puerta cerrada en la localidad de Gottingen, a 230 kilómetros de Francfort, de cara a su participación en la Copa Confederaciones.
Por espacio de dos horas en el Jahnstadion, La Volpe trabajó el aspecto táctico del equipo, y posteriormente los jugadores realizaron ejercicios de estiramiento.
En el caso de los lesionados, parece que el defensa Rafael Márquez y el mediocampista Pavel Pardo evolucionan favorablemente y podrán ser tomados en cuenta para el duelo frente a Japón el próximo jueves.
Márquez sólo trabajó el aspecto físico, sin embargo, el médico del Tricolor, José Luis Serrano, afirmó que hoy el jugador del Barcelona de España entrenará al parejo de sus compañeros, luego de sanar casi por completo del tirón que sufrió en el duelo eliminatorio ante Guatemala.
Por su parte, Pavel Pardo, quien tenía molestias en la rodilla derecha, no tuvo problema alguno para trabajar bajo las órdenes de La Volpe.
En el caso del zaguero Hugo Sánchez Guerrero la situación es más complicada, y pese a que el jugador de Tigres de la UANL entrenó sin contratiempos debe seguir bajo observación de la rodilla derecha por diez días y es duda para el primer compromiso del Tri.
Por la tarde, Márquez, Jorge Campos, Jimmy Goldsmith y el doctor Ricardo Martínez estuvieron presentes en la alcaldía de Gottingen, donde firmaron el libro de visitantes distinguidos en presencia del alcalde Jurgen Danielowski.
Hoy, México entrenará nuevamente a puerta cerrada con miras a su debut en este torneo frente a su similar japonés el próximo jueves en el Estadio de la Copa Mundial de la FIFA de Hannover.
