Reitera Vicente Fox su posicionamiento en torno al proceso en contra del jefe de Gobierno capitalino
EFE
MÉXICO, DF.- El presidente de México, Vicente Fox, dejó a partir de ayer de polemizar con el jefe de Gobierno Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, en relación con el posible desafuero de éste, informaron fuentes oficiales.
?La Presidencia de la República informa que el proceso de desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal no será objeto de comentario alguno, por nuestra parte, a partir de esta fecha?, declaró ayer el coordinador de Comunicación Social de la dependencia, Rubén Aguilar.
En una declaración institucional leída en Los Pinos, Aguilar fijó la posición del Gobierno de Vicente Fox, quien en los últimos días ha mantenido una abierta y desgastante controversia, cada vez más subida de tono, con López Obrador. A través del portavoz, Fox reiteró ?su confianza en la fuerza de las instituciones y en la capacidad del Estado para procesar adecuadamente las formalidades que demanda la Ley?.
El mandatario considera que la última palabra sobre el desafuero ?se encuentra en el ámbito de los poderes republicanos, que son independientes? y cuentan con las adecuadas capacidades para resolver casos como el del desafuero.
?El avance de la democracia sería imposible sin un Estado sólido, que guía sus acciones con la certeza de la Ley, que no transija con los preceptos y que está dispuesto a pagar los costos de caminar en línea recta?, reiteró Aguilar.
?El Ejecutivo reafirma su convicción de que hoy, más que nunca es preciso ver más allá de los horizontes inmediatos y dirigir todas nuestras capacidades a la consecución del bien del país?, añadió.
López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal y líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), enfrenta un proceso de desafuero en el Congreso mexicano a petición de la Procuraduría General de la República (PGR).
El mandatario capitalino, que ha mantenido una importante ventaja en las encuestas sobre preferencias electorales para las presidenciales de 2006, ha acusado al Gobierno Federal de orquestar el proceso de desafuero para eliminarlo de la contienda electoral.
Si prospera el desafuero, la Fiscalía podría abrir un proceso penal contra el líder izquierdista quien, de ser hallado culpable, quedaría inhabilitado políticamente.
