EFE
LA PAZ, BOLIVIA.- Los dos principales candidatos a la Presidencia de Bolivia en los comicios del próximo domingo, Evo Morales y Jorge ?Tuto? Quiroga, cerraron ayer sus campañas en sus respectivos feudos, tras buscar el voto de los indecisos en territorio rival.
El socialista Morales, líder en las encuestas con al menos el 34 por ciento de apoyo, convocó el miércoles contra todo pronóstico a miles de ciudadanos, en su mayoría campesinos, en la capital del próspero departamento de Santa Cruz, en el oriente tropical boliviano.
En la región cruceña, donde existe un fuerte movimiento autonomista liderado por empresarios, la preferencia popular es favorable a Quiroga, quien en esa zona tiene un apoyo del 40 por ciento, mientras que su respaldo en el territorio nacional es del 29 por ciento.
Acompañado por su candidato a la vicepresidencia, Álvaro García Linera, el líder indígena del Movimiento Al Socialismo (MAS) fue recibido por miles de personas, muchas llegadas de zonas rurales, en un barrio popular de la ciudad de Santa Cruz.
Morales calificó de ?histórico? el apoyo que encontró en esta urbe y recordó que en la región cruceña fundó hace diez años el Instrumento Político por la Liberación de los Pueblos.
Mientras, a 851 kilómetros al noroeste de Santa Cruz, en la ciudad andina de La Paz, el conservador Quiroga intentaba convencer a la población del departamento paceño de ser la mejor opción de futuro.
En un multitudinario acto celebrado bajo la lluvia en el barrio de Miraflores, el aspirante presidencial del Poder Democrático y Social (Podemos) acusó a su adversario de amedrentar a los ciudadanos para que voten por él, especialmente en la localidad de El Alto, aledaña a La Paz.
?Sé que hay gente que cuando tocan a su casa responde azul por miedo; en El Alto nos lo han contado?, dijo en referencia al color del partido de Morales.
Quiroga, vestido del color rojo elegido como emblema de su partido, consideró que votar por su contrincante es dar ?un paso atrás?, porque ?no tiene capacidad de gestión?.
Por el contrario, el que fuera vicepresidente del ex dictador Hugo Banzer cuando fue elegido en las urnas para el periodo 1997-2002 opinó que él representa ?el voto que va para adelante?.
La larga campaña electoral, cuyas consecuencias quedaron reflejadas en la afonía y los rostros de cansancio de los dos candidatos, llegará hoy a su fin, a falta de tres días para las elecciones generales y en busca del voto del 11.6 por ciento de los indecisos.