El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Desde hace muchos años los productores en Hollywood, buscando siempre el beneficio económico, se han dado a la tarea de crear secuelas de exitosas producciones, muchas veces arruinando una historia que por sí sola era más que suficiente, pero en el afán de ganar dinero se convierten en burlas y bodrios cinematográficos, como muestra inmediata está la trilogía de Matrix, sobre todo la innecesaria tercera parte.
Además de buscar el éxito con secuelas, en Hollywood también desde hace un buen tiempo han hecho remakes de innumerables cintas que, o han ganado mucho dinero, o han marcado toda una época, la mayoría de las veces estos reamkes son inferiores a los filmes originales, sobre todo por que por hacerlos más actuales suelen cambiar radicalmente la estructura original.
Hay ocasiones incluso que de una película se realizan o se han realizado más de una versión, este año vimos Mascare en la Cárcel 13, que es el cuarto remake de un western llamado Río Bravo, otra historia que ha sido filmada en más de una ocasión es precisamente King Kong, de la cual ahora hablaré.
Para acabar pronto sólo diré que esta nueva versión supera en todo a las dos versiones ya filmadas, la de 1933 y la de 1976, de las secuelas y demás historias sobre el gorila gigante es mejor ni hablar.
El responsable de crear esta nueva versión es ni más ni menos que Peter Jackson (que recibió 20 millones de dólares por dirigir este remake, siendo uno de los directores mejor pagados en todo el mundo) el responsable de la magnifica trilogía de El Señor de los Anillos, y ahora en la nueva cinta de King Kong le imprime la misma magia y energía de sus anteriores filmes.
La trama, por si hiciera falta saberlo, se desarrolla a principios de la década de los treintas, y comienza en Nueva York, donde conocemos al director Carl Denham (Jack Black) buscando desesperadamente financiamiento para su nueva película de aventuras. Resulta que Denham ha conseguido un mapa que revela la ubicación de una misteriosa isla, por lo que ha decidido filmar ahí su obra maestra.
En poco tiempo y por algunas circunstancias se encuentra a bordo de un viejo barco en camino a la enigmática isla, junto con la actriz desempleada Ann Darrow (Naomi Watts), el guionista Jack Driscoll (Adrien Brody), el vano actor Bruce Baxter (Kyle Chandler) y una cuadrilla de valerosos marinos bajo las órdenes del duro Capitán Englehorn (Thomas Kretschmann).
Desafortunadamente, cuando llegan a la isla encuentran amenazas como nunca imaginaron, entre ellas el enorme gorila llamado Kong. Después de un sin número de peligros los personajes vuelven a la ciudad de Nueva York pero lo hacen acompañados del gorila gigante que creara todo un caos en la ciudad.
Aquí Jackson emplea los efectos especiales como adorno de una historia bien escrita y fundamentada en las experiencias de sus personajes. Por ello, la fuerza de King Kong no radica en banales efectos y trucos digitales, sino en la humanización de su protagonista, y en el realismo de las relaciones que incita, además de que resulta realmente entrañable hacía el final de la cinta.
Afortunadamente el elenco cumple con las pesadas expectativas de una historia así. Naomi Watts tiene quizás el papel más difícil, pues debe encontrar el balance histriónico que haga creíble su relación con un gorila gigante, bordeando en romance, pero manteniéndose dentro de un plano más realista. Adrien Brody cumple muy bien su papel de héroe y de interés romántico de la protagonista, aunque por momentos se vea como un mero patiño que no aporta mucho a la tragedia principal, pero en general sale bien librado. Jack Black es quien menos sale librado y aun así cumple un papel muy decoroso.
Y, desde luego, tenemos al personaje principal: Kong. El realismo del simio gigante y su integración a los escenarios digitales y miniaturas es fantástica, aunque no perfecta, pero es sumamente impresionante ver a este gorila gigante en su hábitat natural y sobre todo en la ciudad de Nueva York, destruyendo todo lo que encuentra a su paso.
Resultaría inconcebible no apreciar el buen trabajo en la dirección por parte de Peter Jackson, debido a que se logra un largometraje no sólo con efectos visuales interesantes, sino que además tiene una cuidada fotografía, una ambientación impecable, un excelente grupo de actores y en general una buena producción.
En conclusión, King Kong es una extraordinaria cinta de acción, con impresionantes efectos visuales respaldados por una historia interesante y por sólidos actores. Y si peca de excesos no es por ocultar sus fallas, sino por el obvio entusiasmo que el director Peter Jackson siente por esta clásica historia. A diferencia de casi todos los remakes modernos, este genuinamente funciona como actualización de la original y como un ferviente homenaje a su memoria, añadiendo dinamismo (a pesar de sus tres horas de duración) y detalle que enriquece la historia sin sacrificar su significado emocional. Como dije, definitivamente es mucho más satisfactoria que cualquier otra versión anterior.
Título original: King Kong.
Elenco: Naomi Watts, Adrien Brody, Jack Black, Thomas Kretschmann, Colin Hanks, Jamie Bell, Andy Serkis.
Director: Peter Jackson.
Calificación: ****
En dos palabras: entrañable y majestuosa.
Mínimo * Máximo*****