A pesar de las lesiones y de un futbol poco vistoso, los "merengues" tienen una buena posición.
El País/ EFE
MADRID, ESPAÑA.- El clásico llega en buen momento porque el Real Madrid y el Barcelona se cruzarán el día 19 en Chamartín como ganadores y con un punto de diferencia. Aunque por dos vías diferentes, el blanco desde la épica y el azulgrana mediante la efectividad, ambos resolvieron sus encuentros ante el Zaragoza y el Getafe, respectivamente, sin mayor novedad; va embalado el Barcelona y sigue contando puntos el Real Madrid.
El Madrid necesitó dos penaltys para tumbar al Zaragoza, aunque las decisiones arbitrales siempre dan para mucha cháchara, y más en vigilias del clásico, Robinho no paró hasta que la zaga aragonesa se venció en un partido de mínimos, muy rebajado y falto de juego. Origen de ambas jugadas, el brasileño quiso ser también el punto y final en los dos lanzamientos, pero Roberto Carlos se lo impidió por orden de Luxemburgo y transformó el segundo después que el delantero amarrara el primero.
Descuartizado por las lesiones y sin hilo de futbol, el Madrid ha aprendido a optimizar sus recursos para alcanzar una posición estupenda en la tabla si se tiene en cuenta los reproches que recibe su juego.
Agarrado a la chamarra de Sergio Ramos, que igual defiende que ataca, ayer tuvo que corregirse de nuevo sobre la marcha después que Woodgate se lastimara nuevamente y acabó cantando victoria con Pavón, Mejía, Soldado y Raúl Bravo en la alineación. Ni entonces, ni antes ni después, encontró el Zaragoza el camino del gol. No tuvo puntería y cuando enfiló a la portería apareció Casillas, tan infalible como incombustible es Raúl y controvertido resulta Guti.
Al equipo le vendrá bien el descanso por los partidos de las distintas selecciones para recuperar efectivos con vistas a la visita del Barça. Las dos hinchadas se preguntan si Ronaldo llegará a tiempo al partido.
Al Barcelona, en cambio, parecen sobrarle jugadores. Ayer, en Getafe, uno de los mejores fue Motta por la misma regla de tres que en el anterior partido lo había sido Iniesta o Messi y en el de más allá, Van Bommel. Los azulgrana suman 18 goles y uno en contra en los últimos cinco partidos.
Jugó el Barça serio en defensa y certero en ataque. En el Coliseum Alfonso Pérez se vieron goles de todos los colores, y especialmente bello fue el de Pernía, circunstancia que se agradece en una liga poco fecunda.