Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Coahuila y sus Hombres / El oro blanco y los señores del algodón

Dr. Raúl Cuéllar Moreno

En La Laguna, obra de don Leonardo Zuloaga, en 1870, doña Luisa Ibarra, su viuda, heredera del latifundio y de las numerosas deudas que la realización de su obra generó, se vio forzada a vender las propiedades; la casa comercial del irlandés radicado en Saltillo, Purcell y la Rapp Sommer Hermann y compañía, compraron: La Concepción, San Marcos, El Burro, San Antonio del Coyote y anexas, que las subdividió en pequeñas propiedades.

Otros comerciantes acreedores de la Sra. Zuloaga, fueron pagadas con otras propiedades. Don Evaristo Madero compró una parte importante de esas propiedades que dejó aquel vasco ejemplo de laboriosidad y de visión de empresario que habiendo comprado a los herederos del Marqués de Aguayo, aquella región de bárbaros, aquellos desiertos ardientes, invirtió todo su capital y su empuje, en transformarlos mediante el enorme y moderno sistema de riego, en lo que sería La Laguna; a pesar de su corta vida, su obra es grandiosa, desgraciadamente su error político le trajo consecuencias funestas, si al padre Juan Larios se le debe considerar el fundador de Coahuila, a Leonardo Zuloaga se le debe considerar el arquitecto de la Región Lagunera.

El cultivo y la industrialización del algodón y el ferrocarril modificaron la región en forma drástica, de ser un territorio casi deshabitado, pasó a contar con una población que marcaba uno de los índices más altos de crecimiento de la nación; Torreón se transformó en una de las ciudades mejor comunicadas con el resto del país y con los Estados Unidos; llegaron inmigrantes de las más diversas latitudes haciendo de ésta una región cosmopolita.

Durante las últimas décadas del siglo XIX, apareció en la comarca un nuevo modelo de hacienda, que había de perdurar hasta la Reforma Agraria emprendida por el presidente Lázaro Cárdenas; nacieron las pequeñas propiedades, los arrendatarios de las tierras de los dueños de ellas que ahora diversificaban sus actividades no sólo en la agricultura, sino también en la industria, el comercio y las finanzas; nacieron las sociedades por cooperación, la sociedad anónima, la sociedades de responsabilidad limitada, los bancos refaccionarios y aparecieron las fábricas textiles, de jabones y aceites y las industrializadoras del guayule.

Para finalizar el siglo, una veintena de propietarios tenían las mejores haciendas: Carlos González Montes de Oca y su hermano, Guillermo Purcell, Andrés Eppen, José González Braña, Jesús Calderón, Lorenzo González Treviño, Praxedis de la Peña, Federico Ritter, Rafael Arocena y Leandro Urrutia, llamados ?los señores del algodón?, cuya época de oro duró hasta 1936 con la Reforma Agraria.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 128633

elsiglo.mx