CAPÍTULO 47
El Estado de Coahuila tiene una característica, no hay nada prehispánico, todo lo han hecho los coahuilenses, a donde quiera que vayas solo encontrarás huellas de la lucha del hombre del noreste contra todo y contra todos, hacer su mundo le ha costado sangre, sudor y trabajo constante y hay entre su gente lazos de hermandad que han creado el vivir juntos la aventura de ser a lo largo de los años.
Te pido que salgas a recorrerlo; el Gobierno del Estado tiene un espléndido Instituto Estatal de Turismo con la matriz en Saltillo pero con oficinas promotoras en: Piedras Negras, Sabinas, Ciudad Acuña, Monclova, Parras y Torreón, así que estarás siempre bien atendido.
A donde vayas no esperes encontrar parecido con ninguna parte, no hay múltiples ni grandes y lujosas iglesias; le preguntaron a Fray Agustín de Espinosa, el porqué en Coahuila no había tantas órdenes religiosas como en el sur, y contestó ?donde la plata abre el camino, entra el Evangelio y entra la espada, donde no, ni quien se acuerde de llevarlo?; aquí no había rica minería para explotarla con el trabajo de esclavos sólo trabajo y lucha por sobrevivir, todo refleja al hombre norteño abierto a la amistad, que te da una calurosa bienvenida orgulloso de su tierra, con su desierto, tundra y montaña que te espera que la conozcas totalmente, para que nazca tu deseo de hacer crecer la cultura y el progreso de tu gente y te llene el orgullo y el respeto por tu Estado.