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Coahuila y sus Hombres / LOS POLÍTICOS EN LA POSTREVOLUCIÓN

Dr. Raúl Cuéllar Moreno

CAPÍTULO 46

El resultado de la Revolución en el Estado como en el resto del país, fue el desorden, la desocupación, la pobreza y el hambre del pueblo; los inversionistas y los industriales tuvieron un daño considerable, los terratenientes, que en Coahuila han sido eternos, no sintieron los efectos del conflicto sino hasta 1936 en el centro y sur del Estado, en el norte, todo continuó casi sin cambios.

Con la muerte de Venustiano Carranza, el Estado, casi en su totalidad Carrancista, sintió en el ámbito político la llegada de los sonorenses al poder; durante toda la década de los años veinte, Arnulfo González, Manual Pérez Treviño y Nazario Ortiz Garza, obregonistas, llegaron al poder, pero Obregón fue asesinado en 1928.

Ya con Lázaro Cárdenas como Presidente, de 1933 a 1936, el obregonista Dr. Jesús Valdés Sánchez a mediados de su mandato cambió a la nueva corriente Cardenista.

De franco corte agrarista y popular, llegó en 1937 a la gubernatura el General Pedro Rodríguez Triana; durante su gestión entre las cosas importantes que se realizaron, está la compra de la escuela de agricultura Antonio Narro que el patronato particular iba a cerrar, se realizó también el internado escolar para los hijos del ejército y en 1941 se creó la escuela secundaria y que después se convirtió en Preparatoria Venustiano Carranza de Torreón, la Escuela Agrícola Agua Nueva y la secundaria Ladislao Covantes en San Pedro de las Colonias; no terminó su período por no estar de acuerdo con su sucesor, Benecio López.

En 1945, fue elegido por aclamación Ignacio Cepeda Dávila que había hecho un gran papel como Presidente Municipal de Saltillo, pero Miguel Alemán, Presidente de la República, exigió el cambio de los impuestos estatales a impuestos federales, con destino dudoso, se opuso Cepeda y Alemán lo obligó a suicidarse; quien no se plegaba a sus deseos pagaba las consecuencias; detuvo además la Reforma Agraria e instituyó el corporativismo, iniciándose el tráfico de influencias con base en el D.F. en seguida colocó como gobernador a su condiscípulo y compadre, el senador Raúl López Sánchez, que terminó su gestión con problemas políticos y administrativos. Después de López Sánchez, fue nombrado Román Cepeda Flores, administrador de uno de los ranchos de Alemán.

El dedo todopoderoso del partido en el D.F. siguió nombrando los gobernadores de Coahuila, muchos de ellos, como diría Cervantes: ?de cuyo nombre no quiero acordarme?, hasta sacaron del ?arcón de los recuerdos? al General Raúl Madero, hermano del prócer, se buscaron administradores: Braulio Fernández Aguirre, Eulalio Gutiérrez, hijo de quien fuera presidente de la convención de Aguascalientes, ejerciendo el nepotismo tan dañino para nuestro Estado y como ejemplo está el de Mariano López Mercado hijo de Raúl López Sánchez que no terminó su período como Presidente Municipal de Torreón por malos manejos y enriquecimiento inexplicable.

Sucedió a Gutiérrez, Óscar Flores Tapia, en plena locura del período de Luis Echeverría y durante el paraíso de gasto público alto, particularmente en Saltillo; se le recuerda sobre todo por su gestión para instalar una planta armadora que sería la semilla del eje Saltillo-Ramos Arizpe y por la forma en que fue cesado de su cargo con la acusación de José López Portillo, de enriquecimiento inexplicable.

Luego siguió José de las Fuentes Rodríguez, continuando con el desgaste del P.R.I. y con la apatía y la poca dignidad de la función pública, pese a tener encima a la crisis económica nacional.

En 1986 se entregó la gubernatura a un maestro economista, líder de la Cámara de Diputados y subsecretario de Educación, Eliseo Mendoza Berrueto, un gobernador de transición que abrió la posibilidad de la alternancia en el gobierno y de la democracia.

Siguiendo la época de los economistas, en 1993, impulsado por Carlos Salinas de Gortari, llegó Rogelio Montemayor Seguy, de Sabinas, Coah., que impulsó la industrialización con la política neoliberal y ayudó a la modernización de las comunicaciones en el norte del Estado; terminó con él el Siglo XX.

Se inicia el nuevo siglo con un gobernador que aún siendo joven, tiene amplia experiencia en la política nacional, activo, democrático y abierto al cambio y a las reformas y que ha dado apoyo decidido a la transformación de La Laguna... Enrique Martínez y Martínez.

Después del resumen anterior, creo que es conveniente que leas un fragmento del libro La Revolución Mexicana en Crisis de Jesús Silva Herzog, ?-El problema de México es ante todo un problema de honestidad, buena parte de los gobernadores de los Estados y hasta algunos ministros han sido políticos profesionales sin profesión o generales iletrados; y como sus amigos o favoritos, nunca personas de elevada talla, son con frecuencia los designados para desempeñar las altas funciones legislativas, aquí se encuentra la explicación del modesto nivel intelectual y del no muy elevado nivel moral de varias de las diputaciones en las provincias y de buen número de los miembros de las cámaras federales, con perjuicio del decoro y del buen nombre de México... La política todo lo desvirtúa y lo corrompe. Con frecuencia dolorosa todo se subordina o se procura subordinar a la política... Hay políticos grandes, medianos y pequeños, gigantes y enanos, y se hallan en todas partes: en los despachos y en las antesalas de los funcionarios, en los planteles educativos, en los sindicatos, en las sociedades cooperativas y en las explotaciones agrícolas ejidales. El político no es en muchos casos ponderado y honesto, no le importa sino el lucro personal, es un logrero de la revolución; en el ejido explota a los ejidatarios, en el sindicato a los obreros y empleados, en las escuelas engaña a sus compañeros. Es la profesión más fácil y lucrativa de México. No se necesita cultura, la cultura estorba; lo que se necesita es audacia, carencia de escrúpulos y ser un representativo auténtico del machismo mexicano. Todo lo han corrompido. En el ejido es muy frecuente que el campesino explotado por el líder político, trate a su vez de explotar a quienes son económicamente más débiles que él; abundan los peones trabajando las tierras del nuevo pequeño patrón, el ejidatario... Son numerosos los funcionarios públicos que improvisan fortunas en unos cuantos meses sin perder su respetabilidad.

?Los hombres se juzgan según su tiempo y su circunstancia?.

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