Capítulo 34
Leonardo Zuloaga
De origen Vasco, llegó a México en 1820 y en 1830 compró la hacienda de hornos cercana la pueblo del Álamo (hoy Viesca) y ese mismo año se casó con Doña Luisa Ibarra de Goríbar, originaria de Parras, adquiriendo como dote una parte de la hacienda de San Lorenzo y compró junto con Don Juan Ignacio Jiménez gran parte de la región llamada Lagunera. Este último se quedó con la parte de Durango y Don Leonardo con la parte Coahuilense. Introdujo un moderno sistema de irrigación, construyendo canales que llamaron ?tajos? como parte de su nostalgia y varias presas para regar sus vastas tierras algodoneras con aguas del Río Nazas.
Como amigo que era de Santiago Vidaurri, lo apoyó y acompañó en su acción política, lo que al triunfo de Juárez, se convirtió en un grave problema para él. En 1862 un grupo de jornaleros, entabló un pleito legal que al pedir ayuda del presidente Juárez, este falló a favor de ellos y le expropiaron las tierras de ?las vegas de marrufo? donde fundarían el pueblo de ?Matamoros? Coahuila, primer centro agrícola de la ?Comarca Lagunera?. muchas otras propiedades le serían expropiadas.
Certificado de defunción
Don Leonardo Zuloaga Olivares. A los 21 días de Febrero de 1865. Cadáver de un adulto de 59 años; profesión, hacendado. Casado con doña Luisa Ibarra, originaria y vecina de esta Villa de Parras, murió de la inflamación de los intestinos.
Doña Luisa Ibarra Goribar de Zuloaga
A la muerte de su esposo, quedó a cargo de las múltiples propiedades y problemas tanto políticos como económicos y por los adeudos contraídos con una firma inglesa, tuvo que vender sus múltiples propiedades, una de las últimas fue la tierra donde se construiría la Villa de Torreón.
Rodeada de sus amistades que eran muchas por ser una persona muy querida en la región, falleció en su pueblo natal.
Certificado de defunción
Doña Luisa Ibarra Goríbar de Zuloaga (22 de octubre de 1886)
En el antiguo panteón de San Antonio, a 22 de Octubre, de viernes, a las 4 de la tarde, Yo, el párroco, realicé solemnes funerales en primera clase, con cruz alta, procesión fúnebre, vigilia clásica, tumba de siete cuerpos y de todo lujo, misa cantada de réquiem, honras fúnebres tributadas al cadáver de la Señora Doña Luisa Ibarra viuda del Señor Don Leonardo Zuloaga, del que no dejó sucesión. Testó y falleció en la finca de San Lorenzo, ayer, de pulmonía. Se confesó, recibió el sagrado viático, la extremaunción e indulgencia benedictina, y firmé para constancia.
Feliciano Cordero.
Carlos y Jacobo Sánchez Navarro
Herederos de un gran latifundio y habiendo comprado gran parte del Marquesado de Aguayo, tenían una propiedad de 80,989 Kms cuadrados; por su adhesión a Maximiliano y mas aún, Carlos formó parte del gabinete del Emperador, terminado este breve período, la mano férrea de Benito Juárez les expropió su latifundio totalmente. Jacobo emigró a Estados Unidos y Carlos murió en la ciudad de México en 1886.
Evaristo Madero
El mas joven del grupo, hábil comerciante entre San Antonio Texas y Río Grande; nació en la hacienda de Palmira junto al actual pueblo de Guerrero. Comerciante, ganadero, y dueño de los transportes entre San Antonio y Saltillo y Monterrey. En 1860 compró la fabrica textil La Estrella de Parras y mas tarde la hacienda vitivinícola de San Lorenzo. Su apoyo a la causa liberal de Benito Juárez, lo distanció del grupo formado por Santiago Vidaurri, Zuloaga y los Sánchez Navarro y lo enriqueció aún más.
Personajes principales en la historia de nuestro Estado, los encontraremos repetidamente en nuestra narración.
Durante los ocho años que duró el gobierno de Vidaurri, el Noreste tuvo por primera vez en su historia, una bonanza y un renacimiento inusitado; como dijimos, aparte de terminar con el problema de los pieles rojas nómadas, impulsó el comercio de los dos estados, disminuyendo los aranceles al 50% y finalmente decretó una ?zona libre? en el oriente de la frontera, el mas beneficiado por esta medida fue Evaristo Madero que dominaba el contrabando.
Su economía de guerra le permitió la independencia del gobierno central, pertrechar un pequeño ejercito local y tratar comercialmente con los Estados Sureños del vecino país, vecino que iniciaba su guerra de secesión; durante esa guerra aumentó el contrabando de plata, mercancías múltiples, ganado y bestias de carga y se permitía el paso del algodón texano con destino a Europa y el tráfico de armas.
Don Bernardino de la Peña, dueño y gerente de la fabrica textil ?La Estrella ?de parras, recibió un fuerte pedido de telas para uniformes de los confederados. Evaristo Madero y Lorenzo González Treviño, otro comerciante de Monterrey, surtían la materia prima, el algodón.
Mientras tanto, en México, los políticos, sus partidos y sus guerras por el poder, tenían al País endeudado con diferentes naciones y las arcas nacionales exhaustas; se decretó la suspensión de los pagos de la deuda externa lo que ocasionó la ocupación Francesa y el imperio de Maximiliano.
En Coahuila y Nuevo León, los militares leales a la causa liberal, fueron: Andrés S. Viesca, Victoriano Cepeda, Anacleto Ramos Falcón, Jesús Carranza, Gerónimo Treviño, Hipólito Charles y Francisco Naranjo.
En 1864 como dijimos, Juárez pasó por Saltillo con destino a Chihuahua, donde consiguió el apoyo de los Estados Unidos.
A su paso, encontró al estado en una época de bonanza a diferencia de los Estados del centro y sur del país y exigió fondos en efectivo y el control de los ingresos de las aduanas, Vidaurri no le entregó nada, lo cual fue la causa de la separación y desenlace que ya hemos visto.
Con la expropiación de los enormes latifundios nació la posibilidad de la mediana y pequeña propiedad agrícola en Coahuila.
La actividad comercial, la agricultura, la ganadería y la construcción de vías de comunicación se incrementaron grandemente, Coahuila había aprendido a ver sus grandes posibilidades y a despertar de su largo sueño.
Se formó un grupo formado por: Victoriano Cepeda, Andrés S. Viesca, Hipólito Charles, Cayetano Ramos Falcón, Antonio García Carrillo, José María Garza Galán, Gerónimo Treviño, Francisco Naranjo, Miguel Cárdenas y el sempiterno Evaristo Madero; era un grupo de empresarios que participaban ahora activamente en la política, ya no alrededor del caudillo único regional, sino formando varias camarillas de poder, que se disputarían el control de los asuntos políticos; desgraciadamente estos grupos estarán fuertemente anclados a las políticas y a las figuras predominantes de la capital de México.
En lo militar, un buen número de estos hombres se caracterizaban por ser de Coahuila o Nuevo León, por haber tenido activa participación en la guerra de la intervención Francesa y finalmente, formaban parte de un ejército que poco a poco se profesionalizaba.
Victoriano Cepeda, con la ayuda del presidente Juárez, fue nombrado gobernador en 1867, y entre esta fecha y 1873, realizó numerosas medidas de reorganización del sistema tributario mercantil, minero y del catastro urbano y campesino; de acuerdo con Mariano Escobedo, gobernador de Nuevo León, estableció el telégrafo que unió Saltillo con el resto de la republica.
Al morir el presidente Juárez en 1872, perdió su apoyo y el del gobierno central y la diputación permanente, exigió su destitución con graves cargos como malversación de fondos; destituido como gobernador y después de varios sustitutos, finalmente Lerdo de Tejada, nombró como gobernador a Antonio García Carrillo en 1874.