Desconozco si Luis Cobos se dio por enterado, se lo hayan hecho saber, lo haya presentido, lo haya palpado, lo haya previsto, o lo haya sentido, pero el nueve de Abril de 2005 próximo pasado, se conurbo él y lo que él sabe hacer, con todo y gigote se conurbó.
En el ámbito de administración gubernamental en este caso municipal, se vale el hermaneamiento de ciudades vecinas para la atención y resolución de necesidades colectiva entre otras las afectivas. El montaje del escenario en donde se nos brindo un memorable concierto bajo la etiqueta de Viva México, fue exactamente en el punto limítrofe de dos estados vecinos, Coahuila y Durango, un puente de acero ha unido por muchos años dos ciudades hermanas la de Torreón, Coahuila y la de Gómez Palacio Durango. Y ese día, ése preciso día, otro puente se tendió, el puente de la espontaneidad musical. Desconozco la vida útil remanente del primero, del segundo al que podríamos bautizar como el puente cobos de ese si conozco su vida útil remante, ya que, dependerá en el tiempo y en el espacio de lo que dejo grabado en el corazón de muchos laguneros, que ese día nos dimos cita para escuchar la conducción orquestal de un barón español al que tal parece que le entro y se le metió la música mexicana en los poros, no me lo puedo explicar de otra manera.
El mariachi orquestado siguiendo la inspiración de autores mexicanos de grata memoria es todo un evento de calidad y de ello se ha venido encargando Luis Cobos.
En varios escenarios he dicho, que seguir lo mexicano, amar lo mexicano deja, es rentable y Luis Cobos ya lo ha vivido de México y su gente, ha recibido un sin número de aplausos y regalías por la interpretación sui generis de lo mas bello de nuestra música.
Pablo Moncayo nunca se imagino, como creo que Luis Cobos hoy tampoco se imaginó su legado al difundir nuestra música fuera de nuestras fronteras, con ello no se conquista sino que se coloniza y por ende se trasciende.
Mi reconocimiento al comité organizador del evento que aquí se viene narrando. Mi reconocimiento al público en general que se entrego ante lo autentico, que puso su mente y su alma sobre las notas musicales emanadas de la sinfonía de la Universidad Juárez de Durango.
Lo nuestro, siempre serán nuestras vivencias de las cuales algunas se quedan debidamente grabadas en nuestros corazones.
Acertado que el Ayuntamiento de Gómez Palacio, Durango, con su joven edil al frente, hayan designado a Luis Cobos como huésped distinguido.
100 años no es nada, honor a quien honor merece y no digo más.
“ Piense asertivamente y acertara “