ATAQUE A LOS RADICALES LIBRES ANTES QUE ACTÚEN
No hay qué esperar a que aparezcan las primeras arrugas en el rostro para luchar contra ellas. La oxidación de la piel se debe combatir en todas las edades, y especialmente cuando nos encontramos más activos y, a la vez, vulnerables.
La edad no es el único aspecto determinante en el envejecimiento de la piel Factores como los hábitos de vida influyen de forma mucho más contundente y se han de tener en cuenta entre los veinte y cuarenta años de edad cuando estamos en una etapa crucial de la vida tanto en el aspecto laboral como familiar, para mantenernos en forma y atractivos.
Pero diversos factores se alían en contra y contribuyen al aumento de los radicales libres, responsables del deterioro del organismo. Entre éstos, como habíamos comentado en el artículo anterior, y para enfatizar, destacan: el estrés, la ingestión de grasas saturadas, el consumo de tabaco y alcohol, los rayos ultravioleta, la contaminación y la falta de vitaminas y minerales, debido a una dieta deficitaria, no hay que olvidar la menstruación, que causa todos los meses una pérdida importante de hierro, ácido fólico y otras vitaminas, y la ingestión de píldoras anticonceptivas.
¿QUÉ SON LOS RADICALES LIBRES?
Todo mundo habla de ellos como los culpables de todos nuestros males, pero ¿hasta dónde llega su responsabilidad? Los radicales libres son fragmentos moleculares que se caracterizan por la presencia de uno o varios electrones desapareados, esto provoca que ataquen a otras células para robarles los electrones y restablecer su equilibrio, lo que origina una reacción en cadena. Es lo que se conoce como proceso de oxidación, y se les considera responsables de procesos degenerativos como la arteriosclerosis, el cáncer, afecciones broncopulmonares, alteraciones del cristalino como las cataratas o presvicia (vista cansada). La acción de un radical libre puede llegar a destruir la célula dañada.
Uno de los signos más evidentes de la actuación de los radicales libres son las arrugas, pues se ha demostrado que atacan a las proteínas de larga duración como el colágeno o la elastina de la piel.
Además, la radiación de los rayos ultravioleta (UV) induce a la formación de radicales libres, causa principal de fotoenvejecimiento cutáneo. Nuestro organismo tiene armas eficaces para luchar contra él, enzimas antioxidantes que neutralizan su acción porque le donan un electrón, pero no son suficientes. La dieta es la fuente principal de antioxidantes, gracias a los aportes de vitaminas, minerales y oligoelementos.
Los antioxidantes más potentes son: las vitaminas A, E y C y el selenio un oligoelemento esencial, así como las vitaminas del grupo B.
Vitamina A (Retinol) Betacaroteno, influye en la vista, la piel y el cabello, forma natural con que el cuerpo se protege del sol, se encuentra en el hígado, el paté, la yema del huevo, el queso graso, la mantequilla y frutas y verduras como la zanahoria.
Vitamina E (Tecofenol) preserva a la A de la oxidación y ambas ?liposolubles- penetran en la dermis. Se encuentra en aceites vegetales, frutos secos, espinacas y cereales, actúa como vasodilatador y anticoagulante, está indicada para el acné y cutis seco.
Vitamina C (Ácido ascórbico) refuerza las defensas del organismo, reduce el colesterol, estimula la producción de colágeno y elastina y contribuye a la cicatrización de heridas, además de sus reconocidos beneficios contra los resfriados, gripes e infecciones. Se encuentran en los cítricos, el kiwi, grisellas, fresas, el ajo, tomate, hígado de ternera, la coliflor y la patata.
Vitamina B2 (Riboflavina) fortalece la piel y las mucosas, contribuye a metabolizar los alimentos y combate la fatiga, mareos, fatiga ocular, dolores bucales. Se encuentra en el hígado y riñones, leche y derivados, pescado, huevos y verduras.
Ácidos grasos esenciales, actúan como hidratantes internos y fortalecen las células de la piel. Se encuentran en aceites vegetales, pescado, aguacate.
El selenio oligoelemento, esencial para el crecimiento celular y el sistema inmunitario. Una falta en la dieta favorece aparición de enfermedades cardiovasculares y el cáncer, básico para la fertilidad humana, evita la formación de radicales libres. Se encuentra en el pescado, cereales y verduras.
Recuerde que una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras y los suplementos vitamínicos ayudan a prevenir el envejecimiento.
La dieta mediterránea es la que mejor combina todas las vitaminas, minerales y oligoelementos esenciales con poderes antioxidantes.
El tomillo, el perejil y la salvia tienen propiedades antioxidantes.
Al hervir las verduras se pierde el 50 por ciento de vitamina C y el 30 por ciento de la E.
A la papaya se le considera el súper alimento número uno después de analizar 40 frutas distintas, contiene vitamina A y C y un potente antioxidante.
La piridoxina ?vitamina B6- es la más indicada para combatir el síndrome premenstrual, cólicos, además previene alteraciones nerviosas y de la piel y alivia los calambres y espasmos musculares, se encuentra en pescado, hígado de ternera, carnes magras, levadura de cerveza, leche y huevos.
No olvide que su salud y su belleza son el reflejo de una alimentación adecuada.
¡Hasta pronto!
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