(Segunda parte)
Como ya les había comentado en el artículo anterior: La imaginación es un ingrediente muy necesario, ya que ningún alimento basta por sí solo para estimular el deseo sexual. Por ejemplo: una cena suculenta debe ir acompañada de muchos otros elementos que coadyuven a la pasión. De esta manera, para que una cena romántica culmine en el acto del amor, aparte de la imaginación, se necesitan algunos detalles para seducir como: el lugar, la música, las palabras suaves y sugestivas y las caricias, para lograrlo. Un lugar íntimo y privado, un par de velas alumbrando sutilmente los rostros de los que se aman, y un buen vino, pueden ser más efectivos que cualquier afrodisiaco para encender la llama de las pasiones.
Un poeta español, Francisco Villaespesa, a propósito de los alimentos menciona que la mujer es el más exquisito de todos, por lo que entre otras cosas escribió lo siguiente: ?El café, néctar de los dioses/ ha de ser para ser bueno,/ ardiente como tus ojos/ negro como tus cabellos/ tan puro como tu alma/ tan dulce como tus besos?.
Por otra parte algunos se atreverían a decir que: ?De todos los alimentos existentes en el planeta o en el universo; el cuerpo desnudo del ser amado es el que más placer y hambre nos provoca?. Es una invitación a explorar con el paladar los distintos sabores que existen en cada rincón del cuerpo. El manjar del amor, como cualquier otro platillo, no hace menos a ningún sentido; el aroma y la textura de la piel, la musical respiración y en general, el paisaje corporal que tenemos ante nuestra mirada, nos permite degustar cada cucharada de ese suculento fruto de la naturaleza, así que muchas veces poco importa si los alimentos considerados como afrodisiacos, que se han preservado muchas veces como mitos, a lo largo de los siglos en la cultura popular, surten el efecto que supuestamente tienen, por lo que creo más en la teoría de que la imaginación, y por qué no la fantasía, son las que ofrecen la última palabra.
El sexo es divino, y como dijo Dalí, parafraseando a un poeta francés: ?La belleza será comestible o no será?.
Pero en fin, si vemos a los alimentos desde otro punto de vista, sí existen algunos que contienen un alto valor energético y que contribuyen entre otros aspectos, al buen rendimiento sexual.
La relación de los alimentos con el sexo, se deriva en gran parte al valor nutricional que tienen algunos y, que desde luego como lo mencioné anteriormente pueden repercutir favorablemente en el organismo, incluyendo la energía necesaria para una mejor actividad sexual.
A continuación le recomendaré algunos de los más conocidos:
Aguacate: ?el aguacatl? (que significa testículo en náhuatl): es un fruto originario de México, cuya composición es rica en proteínas, grasas naturales y vitaminas, por lo que se le considera muy energético y nutritivo. Estas características aunadas a su forma, que recuerda parte de los genitales masculinos, han contribuido a la creencia de que incrementa la potencia del deseo sexual, por esta razón el rey Luis XV de Francia en los últimos días de su vida, solía comer el aguacate, con la esperanza de verse beneficiado sexualmente.
En la actualidad el aguacate es utilizado principalmente para preparar el famoso guacamole que, junto con el chile se convierte en delicioso y estimulante de distintos platillos.
Ajo: Tiene un alto poder nutritivo y es rico en vitaminas (B y C), investigaciones recientes, demuestran que reduce la tensión arterial y el nivel de grasa en la sangre, mejorando así la circulación en general, que favorece también al corazón, por lo que mejora notoriamente el rendimiento sexual.
Espárragos: Planta esmilásea de fruto en baya roja; aporta aminoácidos, minerales, potasio, fósforo y calcio, elementos que ayudan a mantener un alto nivel energético.
Huevo: Se le sigue considerando como afrodisiaco, principalmente a la yema, por su alto contenido protéico y vitamínico, ayuda a energetizar al organismo, desde luego sin abusar de su consumo que podría resultar contraproducente.
Vitamina E: Incrementar la producción hormonal, y se le conoce como la vitamina de la vitalidad, la contienen alimentos como: aceites vegetales, semillas, frutos secos, los cereales, el brócoli, el huevo y la lechuga.
Almejas: Es un molusco lamelibranquio de carne comestible que contiene como los ostiones el zinc, un mineral para el mejor rendimiento cerebral y sexual se recomienda en casos de infertilidad, e impotencia sexual. Las culturas mesoamericanas confiamos en sus propiedades afrodisiacas.
Miel de abeja: Es rica en vitaminas y minerales al ingerirla se adquiere energía indispensable para las prácticas amorosas, también sin abusar de su consumo ya que es azúcar en un 100 por ciento.
Tomando en cuenta lo anterior, creo que combinando un poco de dichos alimentos en nuestra dieta, y con algo de imaginación, podríamos mejorar bastante bien nuestro rendimiento sexual, sin olvidar por supuesto, el hacer algo de ejercicio y beber mucha agua, para mantener en forma nuestro cuerpo, desintoxicado y muy hidratado.
Continuaremos para concluir con este tópico la próxima semana. ¡Hasta pronto!
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