(Tercera parte)
En lo personal considero muy interesante cómo a través de la creación y evolución de los seres humanos, en todos los tiempos, los alimentos y en especial algunos, han sido parte de nuestra cultura y herencia, porque, cuántos de nosotros no seguimos todavía elaborando recetas de las abuelas. Así mismo sabemos que cada pueblo, ciudad, y países distintos tienen sus propias costumbres, y manera de preparar los alimentos. Muchos como México por ejemplo, son famosos por ciertos platillos o productos que no se conocen o cultivan en otros países.
Otro de los aspectos que he encontrado fascinante, aparte de las tradiciones culinarias de cada región; es cómo los alimentos han sido y siguen siendo en la actualidad, inspiración en el ambiente del arte en general: como es el caso del pintor italiano Guiseppe Arcimboldo que pintaba rostros humanos, utilizando las texturas de distintos alimentos, como frutas, verduras y carnes, (muy original por cierto). Y sin irnos muy lejos, en nuestro país, la pintora regiomontana Martha Chapa, se hizo famosa por sus cuadros de manzanas. Con respecto a la música, recuerdo la parte de una canción que canta la española Rocío Jurado que dice: ?Tus besos me saben a limón?, y así muchas de otros autores, como una que dice: ?Amorcito azucarado que sabe a bombón?, etc... que pueden influir grandemente, en el romanticismo de una pareja de enamorados.
En la literatura: Los alimentos han sido parte no sólo como fuente para la construcción de metáforas sino como tema principal de una obra, uno de los mejores ejemplos es la novela de entregas Como Agua Para Chocolate llevada a la pantalla grande de Laura Esquivel, que narra la vida de una joven que aprendió a preparar diversos alimentos, cargados de contenido erótico. Otro ejemplo es Afrodita, cuentos, recetas y otros afrodisíacos; de la chilena Isabel Allende, también algunos poetas han sido inspirados por los alimentos, como lo mencioné en el artículo anterior.
En el cine algunas películas como 9 ½ Semanas, La Japonesa, El Imperio de los Sentidos, y la misma Como Agua Para Chocolate entre otras, exploran desde distintos contextos culturales la manera en que los alimentos sirven para trascender el aspecto meramente físico del sexo, y contribuyen al erotismo.
Y si hablamos de tradición erótica: las grandes civilizaciones antiguas, establecieron una relación entre los alimentos y el erotismo, a través de sus costumbres y mitos a continuación le mencionaré algunas de las más relevantes:
India: En la cultura hindú, el erotismo es fundamental, el Kamasutra, obra de Vatsyayana, enumera además de distintas posiciones para hacer el amor, algunas recetas culinarias. El erotismo de esta cultura, llega al grado de que algunos afrodisíacos son muy difíciles de conseguir, como el cerebro de gorrión macho, en cuyo poder se creyó hasta el renacimiento.
Arabia: En los pueblos islámicos es común la poligamia, lo que se ve reflejado en un hastío, por parte del hombre hacia la mujer. Uno de los afrodisíacos más antiguos de esta cultura es el huevo. Al respecto el libro Shaykh-Nefzawi que significa Jardín Perfumado, escrito en el siglo XVI, manifiesta la importancia del huevo en algunas recetas como la que dice: Fríe un buen número de huevos en grasa fresca y cuando estén bien cuajados, los mezclas con miel, cómelos acompañados con un pedazo de pan, y estarás en condiciones de gozar de una noche entera.
Roma: Los romanos heredaron tanto de las deidades como los afrodisíacos propios de los griegos. Pero a diferencia de los helénicos, en el mundo romano las orgías eran muy generalizadas, especialmente entre las matronas de la alta sociedad. Juvenal narra que Cesonia, esposa de Calígula, le suministró un brebaje amoroso, que casi le hizo perder la razón. Los guisos romanos eran complicados y muy aromatizados. Uno de los más apreciados afrodisíacos, era la vulva de cerda estéril (virgen o castrada).
China: 2400 años antes de Cristo, Chen-Nung, El Emperador Rojo, estudió el efecto de uno de los afrodisíacos más conocidos; el Gin-Seng. La botánica fue la principal fuente de los afrodisíacos de esta civilización. Una de las plantas que gozó de mayor prestigio, fue la Nagan-Cheng, que sufría de increíbles metamorfosis. Si alguien la cortaba cuando tomaba forma de hierba, conseguía capacidad ilimitada para el amor y la inmortalidad.
Grecia: Las festividades más excéntricas eran dedicadas a Dionisio Dios del Vino. Un macho cabrío era rodeado por sacerdotisas, que cargaban cestos de pan y frutas. Un monumento en forma de falo se exhibía como símbolo de la fecundidad, y representaba a Priapo, hijo de Afrodita y Dionisio. En estos ritos se bailaba, bebía y disfrutaba del sexo en exceso. En ellos mujeres conocidas como ?panaderas?, vendían no sólo higos y pasteles en forma de genitales masculinos y femeninos, sino también favores sexuales.
México: El afrodisíaco más conocido del México antiguo es el ?aguacatl? (aguacate), que en náhuatl quiere decir testículo. Otro elemento imprescindible en la antigua y actual cocina mexicana, es el chile, debido a que la capsicina que contiene, es energetizante y nutritiva, además de que provoca un calor especial en el cuerpo, existe una gran variedad para preparar diversos platillos como el mole, y no se diga las deliciosas salsas que casi nunca faltan en los hogares de los mexicanos. A propósito del mole de guajolote, Alfonso Reyes dice: ?El hombre que ha comulgado con el totem sagrado de las tribus, es más valiente en el amor y en la guerra.
En la actualidad aparte del aguacate, los ostiones se consideran afrodisíacos, es por su alto contenido de zinc, que favorece la fertilidad, y producción de espermatozoides, además de ser un estimulante cerebral. Con respecto a la herbolaria, La Damiana se consume también como un estimulante sexual, la medicina homeopática también la utiliza con esta finalidad.
De acuerdo a todo lo que les he mencionado hasta ahora, no podemos negar, que en realidad sí existen alimentos que por sus propiedades nutricionales, pueden favorecer a un mejor rendimiento sexual. Pero insisto en que, gran parte de los afrodisíacos son cuestión de imaginación; si uno crea el ambiente adecuado para la sensualidad, ésta se produce. Y ya para concluir, en mi concepto, después de haber hecho un análisis de todo lo anterior, pienso que aparte de la imaginación los mejores afrodisíacos son: La disciplina en cuanto a un régimen alimenticio muy bien balanceado, hacer ejercicio periódicamente para conservar una figura agradable y apetitosa, tomar de vez en cuando un descanso o periodo de relajación para que nuestro cuerpo se encuentre en muy buenas condiciones, para realizar una actividad sexual plena y placentera. Así que ?cuídese mucho- y como aguacate, ostiones y salsitas muy picosas. ¡Hasta pronto!
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