(Tercera parte)
Nuestra psique necesita de equilibrio. Medidas exactas de trabajo y de recreación. Cuando esto no pasa, es cuando se llenan los vacíos emocionales con alimento que no se necesita. Entonces, creo que podemos aprobar la idea de que el estrés sí es un factor que favorece la posibilidad de aumentar de peso, e incluso hasta llegar a desarrollar obesidad.
¿Cuál podría ser la solución?
La solución para este problema no es tan complicada; debemos tratar primero de elaborar un plan un tanto estricto o más bien disciplinado, empezando por ¡Recuperar el control de tu vida! Debe aprender a determinar cuáles son las cosas que su cuerpo requiere, y cuándo las necesita realmente, y sobre todo tener la fuerza y el valor para llevarlas a cabo. Estamos conscientes de que no es algo que se pueda lograr de la noche y la mañana, pero si empezamos con nuestro plan con un espíritu de verdadera lucha, en un lapso de diez meses aproximadamente, notaremos cambios muy favorables, y podremos sentirnos como una nueva persona.
Después de identificar el problema es más fácil trabajar para resolverlo.
Equilibrar tus hormonas
Para dominar su cuerpo debe conocer su funcionamiento, y debe aprender a controlarlo. Para lo cual es importante controlar las hormonas. Por ejemplo: Valorar si no tenemos trastornos en los ciclos menstruales, o bien si no tenemos necesidad compulsiva por comer, ya le había comentado en el artículo anterior que a la insulina se le conoce como la hormona del ?hambre? por la señal que manda al cerebro, provocando así una sensación de vacío en el estómago, etc. Entonces, una vez que se conocen las tácticas y se aprende a usarlas, es mucho más fácil lidiar contra todo tipo de problemas y dificultades cotidianas. ?Es mucho más sencillo gobernar su vida sicológicamente, si puede equilibrar su cuerpo físicamente?. De hecho las personas que llevan una dieta balanceada, bien planeada, y que constantemente están vigilando su alimentación, son capaces de lidiar mejor con los problemas. En pocas palabras, si puede cambiar radicalmente lo que consume y que sabe le hace daño, puede también cambiar dramáticamente su estado de ánimo. Así que ésta pudiera ser la primera decisión para un cambio fundamental y necesario.
La dieta antiestrés
El primer paso consiste en tratar de eliminar lo más pronto posible de nuestra dieta todos los estimulantes. Por ejemplo: la cafeína, el chocolate, el alcohol, la nicotina, los carbohidratos y azúcares refinados, el exceso de grasas sobre todo saturadas como: alimentos empanizados, capeados o refritos, etc. La mayoría de dichas sustancias, aumentan la cantidad de hormonas del estrés en el organismo. El modo en que nuestro cuerpo responde a los estimulantes es el siguiente: cuanto más consumas más necesitas. Lo que se tiene que hacer es eliminar el azúcar no disminuirla, y en un mes habrá vencido su adicción, ya no sentirá tanta necesidad de alimentos dulces. De esta manera aprende, a mantener ?normales? los niveles de azúcar y a lidiar el estrés sin recurrir a ningún estimulante. Si a pesar de todo necesita algún alimento como energetizante, la clave es comer productos que liberen energía de manera lenta pero constante. Por ejemplo: los cereales, productos de grano entero, alimentos ricos en proteínas como (nueces, semillas y carne), frutas y todo tipo de comida rica en fibra.
Entienda su cuerpo
Consumir alimentos ricos en magnesio es una forma de ayudar a que nuestro cuerpo, procese mejor las azúcares y controle nuestras hormonas. Entre los alimentos que contienen magnesio, están las verduras y vegetales de hojas verdes, nueces y semillas. Recuerde que el magnesio, ?es el mejor y más poderoso nutriente para combatir el estrés originado por las presiones emocionales. Cuando sienta que va a explotar por el estrés, ansiedad o enojo, pregúntese lo siguiente: ¿Cómo me siento exactamente?, ¿qué tengo qué hacer para superar esto? Cuando se hace dichas preguntas, ya empezó el camino del cambio para superar el problema y aprender a enfrentar las emociones.
Recuerde que no somos perfectos
Es muy importante que se dé cuenta de que no es, ni puede ser perfecta. Tiene que aprender a delegar, ciertas funciones a sus compañeros de trabajo, y en la casa con los hijos y el esposo, ya que cuando nos proponemos hacer todo y a la perfección, es un peso emocional muy fuerte. Y aunque le gustaría serlo, no es una super mujer. Lo anterior sucede porque muchas personas se plantean límites muy altos, que en ocasiones están fuera de sus posibilidades emocionales e intelectuales. Cuando una persona falla en alcanzar una meta muy alta, es cuando empieza a perder su batalla ante la necesidad de comer para satisfacer y llenar ese vacío que, en la mayoría de las emociones, uno mismo se ha provocado.
Haga planes en base a metas reales
Pregúntese a sí misma si lo que está haciendo se basa en una meta real. ¿Verdaderamente tiene lo que necesita para realizar esa tarea, o está más allá de sus límites?, ¿desea alcanzar una meta excesivamente ambiciosa, que sobrepasa su capacidad física, emocional e intelectual?, si contesta afirmativamente a estas preguntas, es necesario que replantee sus metas, así como el objetivo del trabajo que está realizando. Recuerde que existen situaciones que no podemos cambiar, y que no siempre es posible realizar o cumplir con los objetivos, que nos propusimos, durante un día determinado, trate de tomar las cosas con más ecuanimidad y al día siguiente, podrá concluir lo que no terminó el día anterior.
Un tiempo especial para usted
Tenemos que aprender a equilibrar nuestras necesidades, con las personas que nos rodean. 20 minutos diarios para nosotros mismos es una forma de mantener la mente saludable. Hacer ejercicio por ejemplo, nos distrae de los problemas cotidianos y aparte nos mantiene en forma y sanos. Todos deberíamos buscar ese tiempo para nosotros, ya que después de todo recuerde que: ?Si cuida de su cuerpo, él cuidará de usted?. ¡Hasta pronto!
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