SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Aprender a alimentarse no significa estar a dieta, aseguran especialistas quienes alertan sobre los peligros que representan las grasas para el organismo.
“Guardar la línea” es uno de los objetivos más difíciles de alcanzar, hay quienes recurren a dietas, tratamientos médicos o consejos de familia. La mayoría de las personas fracasa en su intento, innumerables pierden el control del régimen alimenticio debido al ritmo de vida, otras porque el abstenerse les genera angustia y existe gente que no resiste la tentación de comer un poco más.
Pero, según diversos estudios científicos, dejar de lado los kilos demás es una buena receta para la salud, sobre todo cuando se evita ingerir alimentos con elevado contenido de grasas saturadas que elevan la producción de colesterol malo y son una verdadera bomba de tiempo que amenaza el bienestar.
En opinión del doctor Rodolfo Ocampo, de la Unidad de Cardiología del Hospital General de México, son más quienes desconocen que elevan su colesterol cuando siguen una dieta rica en grasas saturadas, lo cual “origina que en México se registren índices de obesidad de entre 25 a 27 por ciento en la población, por lo que es muy probable que en los próximos años se incremente la frecuencia de enfermedades cardiovasculares”.
Y el asunto es que los kilos de más no sólo afectan la figura, sino que se han convertido en un asunto de seguridad médica nacional, ya que ha impulsado la presencia de enfermedades cardiovasculares, como infarto del miocardio. El experto médico afirma que esto se debe a “a los malos hábitos de vida entre hombres y mujeres, como la falta de ejercicio, el tabaquismo y el estrés, pero principalmente por una mala alimentación”.
Pero, no se trata de declarar la guerra al colesterol sin más, ya que -como dice el doctor Ocampo- “es una sustancia importante para muchos procesos en el organismo”, pero es cierto que su incremento en las arterias se asocia con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, que según la Encuesta Nacional de Salud 2000 son la primera causa de mortalidad en México.
Ocampo, miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología, explica que en algunos casos una dieta baja en grasas no basta para bajar el colesterol; por ello es importante el empleo de terapias farmacológicas encaminadas a controlar también el colesterol producido en el hígado.
“Una estrategia innovadora para reducir el colesterol de manera efectiva es mediante la terapia dual, que combina en una sola tableta el empleo de dos compuestos como simvastatina y ezetimiba. El primero bloquea la formación de colesterol que el organismo produce en el hígado, mientras que el segundo evita la absorción del colesterol que se consume con los alimentos”, asegura.
CAUSAS
El colesterol aparece por dos procesos. El que se produce en el hígado y el que se da por la ingesta diaria de alimentos altos en grasas.
-“Cuando los niveles de colesterol en sangre se incrementan (más de 200 mg/dl), la persona se encuentra en riesgo potencial de desarrollar un infarto del miocardio, enfermedad coronaria o un accidente vascular cerebral”, dice Rodolfo Ocampo.
-La población mexicana, afirma, debe procurar una alimentación baja en grasas saturadas, a partir de cortes magros de carne roja, pollo o pavo; pescado, frutas y verduras, aceites vegetales (oliva, maíz o girasol); leche o yogur bajo en grasas o sin colesterol, quesos bajos en grasa (tipo panela).
-Y debe dejar fuera del menú cosas como cortes grasos de carne roja, pollo frito, mariscos, coco, papas fritas, mantequilla, manteca, mayonesa, leche entera, huevo, quesos cremosos y lácteos fabricados a partir de leche entera, pastas y la mayor parte de los pasteles y galletas. Algunos no contienen grasas, pero impulsan la obesidad.
FUENTE: SUN-AEE