Cuando llueve, un canal se desborda y el agua inunda las casas de alrededor.
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- En la colonia Ampliación Brittingham, la calle Papiros carece de pavimento. En temporada de lluvia el pequeño canal que corre a un costado de esta calle no se da abasto para conducir el agua que corre desde la colonia Brittingham; los vecinos de este sector dicen que el Municipio tenía un proyecto para embovedar el canal pero aún no se ha concretado.
María Leonor García tiene su domicilio en la esquina de Papiros y Olivo, su humilde vivienda está marcada con en el número 153, esta ama de casa menciona que siempre que llueve la calle se inunda, el agua llega a escasos metros de su casa y después de varios días aún se aprecian los charcos.
La mujer asegura que en diferentes ocasiones los vecinos han acudido a la presidencia municipal a solicitar que pavimenten esta calle, aunque siempre les prometen que su petición será tomada en cuenta, hasta el momento no han visto que sus “gestiones” rindan frutos.
“Cuando ganó Leticia Herrera me prometieron que me iban a dar un paquete de material pero todavía lo estoy esperando”, dice María Leonor, y agrega que los vecinos poco a poco han dejado de externar sus necesidades al Ayuntamiento porque ya se resignaron a ser ignorados.
Esta familia tiene más de 30 años viviendo en este lugar, llegaron junto con otras familias que invadieron los predios, con el paso del tiempo las autoridades empezaron a dotarlos de algunos servicios, actualmente la mujer asegura que no tienen problemas de falta de agua, tampoco de drenaje, ni alumbrado público.
El único pendiente que tienen es la pavimentación de la calle Papiros, la ama de casa dice que esta obra no se llevará a cabo hasta que las autoridades “tapen” (emboveden) el canal de San Antonio, este que corre desde espaldas de la tienda de autoservicio que está ubicada a un costado de la Jabonera.
El canal atraviesa toda la colonia Brittingham, cruza por debajo de la carretera a Francisco I. Madero y llega hasta la Ampliación Brittingham, la mayoría de las veces el agua de lluvia se acumula en este sector porque la basura forma “tapones”, en otras ocasiones los propios vecinos obstruyen el paso del agua con tierra y provocan que el canal se extienda hasta casi inundar las viviendas.
“Casi siempre llega hasta ahí”, dice María Leonor señalando un punto que se encuentra a dos metros de su vivienda, “una ocasión llovió fuerte y el agua se metió hasta la casa, a mí no me gusta dar molestias en otras casas pero nos tuvimos que salir”.
Con esta mujer vive su hija, Virginia Ramírez García, ella y su hermana Fabiola construyeron jacales frente a la casa de su madre. Hace seis o cinco años, junto con otro grupo de personas invadieron una parte de la calle Papiros, dicen que las autoridades las retiraron porque les señalaron que era peligroso estar ahí, les pidieron que se retiraran y se comprometieron a reubicarlos en las reservas territoriales; años después siguen esperando que les cumplan la promesa.
“Yo vivo con mi mamá porque no tengo para comprar terreno”, dice Virginia, “yo vivo de renta porque no cabemos aquí”, agrega Fabiola, ambas afirman que se cansaron de dar vueltas a la presidencia porque no les resolvían nada sobre su reubicación.
“Un día cuando llegué ya había tirado mi jacal, metieron máquinas y los tumbaron, nos dijeron que nos iban a dar un terreno en Parque Hundido y todavía estamos esperando que nos cumplan”, señala Virginia.
El Siglo de Torreón realizó un recorrido por esta colonia y detectó que el canal es utilizado como depósito de basura, neumáticos, bolsas con desechos domésticos, envases de refrescos y todo tipo de basura convierten al canal en basurero.
NECESIDADES
A continuación se mencionan algunas necesidades que externaron las vecinas de la colonia Ampliación Brittingham:
· Pavimento en la calle Papiros.
· Embovedar el canal de San Antonio para evitar inundaciones.
· Terrenos en las reservas territoriales, porque algunas familias viven en casas muy reducidas.
· Campaña de limpieza para recolectar la basura que está acumulada en el canal.
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón
