SUBE Y BAJA
Recuerdo cuando era niño y mi madre nos llevaba a un parque cercano a la casa para intentar, infructuosamente, tener un momento de reposo frente a la horda salvaje que integrábamos hermanos y amigos en permanente plantón dentro del lar familiar.
Variados eran los juegos a los que se podía subir pero había uno en especial que me producía una fascinación, que tenía su origen en el pánico: el sube y baja.
En mi mente infantil el dichoso aparatejo constituía mucho más que un juego; era un instrumento de perversión, en el cual el de abajo tenía que hacer su máximo esfuerzo para ascender y bajar al compañero que casi siempre era un risueño gordinflón que gozaba de lo lindo con mis sudores.
Pero la bronca no acababa ahí; luego, ya arriba empezaba un sentimiento de vértigo, mareo, asco, en suma, terror de que te dejaran allá trepado o que una brusca huida del compañero te obligara a caer como piano.
Huelga decir que sólo me subía obligado y que jamás le encontré la diversión a un juego creado por un orate vesánico que sólo hacía sufrir a los niños.
La anécdota viene al caso en estos momentos para ejemplificar lo que sucede en el deporte mexicano. El sube y baja en todo su esplendor y para muestra, algunos botones.
En las alturas se encuentra, indiscutiblemente, Cruz Azul con una campaña exitosa donde han combinado el bien hacer futbolístico con una actitud brava, viril, que contrasta con lo hecho por el club en los últimos años. Ha conseguido una temprana calificación y ojalá no los relaje demasiado de cara a la liguilla.
Arriba están también los peloteros mexicanos en grandes ligas encabezados por Vinicio Castilla. El oaxaqueño anda encendido con el bate y promedia .429 de porcentaje en un inicio de ensueño. Lo siguen el lanzador de Orioles, Rodrigo López, con dos victorias, y el segunda base de Tampa, Jorge Cantú.
Impresionante el regreso de Lorena Ochoa en Las Vegas el fin de semana; la golfista tapatía se sobrepuso a un infame recorrido el primer día para quedar en segundo lugar. ¡Qué blindaje mental de la jovencita! Mis respetos. Ahora viene a Morelia y será una gran presión para ella. ¡Ah! Y de la llamada de Fox ni la espere; parece que sólo le habla a los futbolistas.
A la baja están los Pumas, quienes prácticamente le dicen adiós al tricampeonato pues difícilmente podrán entrar a la Liguilla. Con una campaña mediocre, sólo les resta buscar su sitio en el Mundial de Clubes venciendo al Saprissa.
También Pachuca sufre las veleidades del abismo con un equipo que no es chía ni limonada. Sin espíritu, garra, ni mística este remedo de equipo contrasta con su filial que comanda la Primera A.
En fin, lo bueno es que todo lo que sube... tiene que bajar.
Hay otros contrastes en este sube y baja deportivo como el que han escenificado Puebla y Dorados; hace un par de meses todo mundo daba por condenados a los sinaloenses y hoy con la moral por las nubes hablan hasta de calificar. Puebla se hunde y se acerca al abismo.
El taekwondo es también de arriba y abajo; mientras los jóvenes se trajeron medallas del campeonato mundial de la especialidad celebrado en Madrid en la persona de Edna Díaz y Gerardo Rodríguez, los experimentados no pudieron y quedaron relegados a un sexto lugar por equipos.
Finalmente y para dejar buen sabor de boca, Saúl Mendoza, atleta paralímpico, ganó la maratón en Londres sobre silla de ruedas.
¡Mis respetos, maestro!.