¡Qué tal, amigos..! El eterno problema en la Selección Mexicana de futbol ha sido el lado izquierdo, ya que desde tiempos anteriores se han improvisado como lateral izquierdo a jugadores que regularmente actuaban en otra posición, hasta que Ricardo Antonio La Volpe encontró el esquema ideal para la Selección Mexicana.
De los tiempos anteriores recordamos a Ignacio Jáuregui, que fue por muchos años dueño de ese puesto, pero era zurdo de nacimiento, y para sacar un centro tenía que dar vuelta hacia su pierna derecha con pérdida de tiempo y de opciones.
Entre los ochentas y noventas, no se notó mucho el problema porque apareció Guillermo “Turbo” Muñoz (que le pegaba con la izquierda) y se adueñó por años de esa posición, inclusive se dio el lujo de renunciar a la Selección casi a los 35 años porque estaba cansado de viajes, concentraciones y partidos.
En los noventas, Miguel Mejía Barón puso a un joven que destacaba como medio izquierdo y con un gran futuro por delante, nos referimos a Ramón Ramírez, que tenía la ventaja de tener perfil izquierdo y tuvo algunos éxitos, inclusive “O Rei Pelé” tuvo palabras de elogio para Ramón.
Sin embargo, en la final de la Copa América del ’92, cuando México enfrentó a Argentina, en una jugada el delantero argentino Omar Batistuta cargó con el hombro a Ramón y lo desplazó para anotar el tanto del triunfo. Si Ramón hubiera sido lateral natural, no habría caído tan fácilmente.
Luego en el mundial del ’94, fue Joaquín del Olmo el que jugó en esa posición, quien había sido un jugador de medio campo, pero que el entrenador Mejía Barón le tuvo confianza y la verdad no lo hizo mal, pero con las limitaciones de estar jugando en una posición y un perfil diferente, aun cuando “conozca la posición”.
En 1998 en Francia la revelación fue Salvador Carmona, que fue pasado del lado derecho al izquierdo, y con su gran velocidad salió adelante, para el Mundial de 2002, el entrenador Javier Aguirre probó muchas opciones, entre ellas, a Braulio Luna, al mismo Miguel Zepeda, medio derecho natural, pero en definitiva fue una vez más Salvador Carmona el que jugó la posición.
Al iniciar el Hexagonal final, camino al Mundial Alemania 2006, aparece como “carrilero”, (no nos gusta el término, pero debemos usarlo), Jaime Lozano, surgido de los Pumas, y no solamente cumple la función de lateral, sino que se suma al ataque para anotar goles (lleva diez en eliminatorias).
También apareció por ahí Gonzalo Pineda, otro “zurdo” compañero de Lozano en Pumas y de buena actuación ante Costa Rica, y en la central izquierda fue titular Carlos Salcido, de Chivas de Guadalajara, por lo que creemos que por muchos años, el lado izquierdo de la Selección Mexicana no tendrá problemas.
Es mérito de La Volpe.
¡Hasta pronto!