LA HERIDA LE PROVOCA EXPOSICIÓN DE INTESTINOS.
El uniformado se enoja cuando un civil le pide que mueva la patrulla para sacar su automóvil de la cochera.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Un simple reclamo para que quitara la patrulla que impedía la salida de un vehículo de la cochera, bastó para que comandante de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) en Viesca, asestara tremendo navajazo en el abdomen de su interlocutor que le provocó exposición de ambos intestinos. Un vecino del lesionado corrió con mejor suerte, pues al intervenir, sólo recibió una herida en el costado izquierdo. El policía ya está detenido.
Los sangrientos hechos ocurrieron alrededor de las 23:00 horas de ayer en Viesca, Coahuila, en las afueras del domicilio ubicado en avenida Guerrero, número 20, donde vive Juan Manuel Martínez Juárez, de 30 años de edad.
Por motivos que no han sido precisados, Juan Manuel tuvo necesidad de salir de su vivienda para irse a otro sitio apartado, por lo que se dirigió a la cochera donde tenía estacionado su vehículo.
Sin embargo, se dio cuenta que en el acceso de la cochera, estaba una unidad de la DSPM que le impedía la salida, por lo que acudió hacia donde se hallaban los uniformados con el objeto de pedirles que retiraran la patrulla para poder sacar su auto.
Entre los policías se encontraba el comandante Felipe Almaraz Ramírez, de 50 años de edad, a quien le pareció mal la petición del ciudadano, por lo que se negó a realizar el pedimento, lo que motivó el inicio de una fuerte discusión entre el agente y Juan Manuel.
La renuencia del comandante a retirar del lugar la unidad a su cargo para que pudiera salir de la cochera el automóvil del ciudadano, hizo que los ánimos se caldearan aun más por lo que pronto comenzaron los insultos entre ambos.
El clímax del pleito verbal llegó cuando en determinado momento Felipe Almaraz Ramírez, sacó de entre sus ropas una navaja con la cual asestó tremendo tajo en el abdomen de Juan Manuel, quien vio cuando le brotaba la sangre a borbotones, incluso alcanzó a ver que se le salían los intestinos.
Raúl Alvarado Reyna, de 20 años, con domicilio en la misma avenida Guerrero pero en el número 11, quien se hallaba presente en la discusión y vio cuando el policía le dio el navajazo a su vecino Juan Manuel, trató de intervenir para que no siguiera hiriéndolo y también sacó su parte, al recibir un tajo del arma blanca en el costado izquierdo.
Todo esto sucedió sin que los otros uniformados se atrevieran a intervenir, mas cuando vieron que las cosas habían tomado un sesgo mortal, se decidieron y lograron la detención del comandante, al que tuvieron que someterlo para quitarle el instrumento punzo cortante.
Ellos mismos solicitaron la presencia de la Cruz Roja, llegando hasta el lugar una ambulancia que levantó a los heridos y los trasladó a esta ciudad, quedando internado en el Hospital Universitario, Juan Manuel, mientras que su vecino Raúl está en la clínica 18 del Seguro Social.
Raúl Antonio Zamora López, secretario abogado de la mesa dos del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, se constituyó en ambas clínicas para tomar conocimiento de las lesiones que presentaron estas dos personas, donde le informaron que Juan Manuel se encuentra en condiciones sumamente delicadas debido a que presenta una herida cortante que le provocó exposición de intestino delgado y grueso.
Golpean a uniformado en Lerdo
Un policía preventivo, comisionado a la caseta de vigilancia del Parque Victoria, fue ?madrugado? por un supuesto vendedor de elotes, que lo golpeó en el rostro y lo dejó fuera de combate.
En la agencia del Ministerio Público (MP), de la Subprocuraduría de Justicia, se presentó Emmanuel Guevara García, de 24 años, quien presentaba una herida con dos puntadas en la frente, cerca de la ceja derecha y una inflamación en la nariz.
El afectado declaró ante el MP, Óscar Menchaca Lara, titular de la mesa dos de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas, que fue atacado por un sujeto, del cual presume su identidad, cerca de las 23:30 horas, del jueves 28 de julio.
Guevara García estaba uniformado y salió de la caseta para comprar un elote, en un puesto, ubicado frente al monumento a La Madre, en el mismo paseo público.
El joven dijo que apenas había hecho su pedido, cuando por la espalda llegó una persona y le dio un fuerte golpe en el rostro, para luego retirarse del lugar corriendo.
El oficial dijo que desconocía el motivo de la agresión y se mostró reacio a proporcionar algún dato que permitiera identificar al presunto responsable de la agresión.
