EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- A consecuencia de la reposición de tubería de agua potable -que abarca las avenidas Juárez e Hidalgo de la calzada Colón a la calle González Ortega- decenas de comerciantes se quedaron sin agua potable, además deben soportar el congestionamiento vial, el ruido de las máquinas y la tierra que desechan los trabajares del Simas.
El Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) comenzó con la reposición de tubería el pasado lunes en la avenida Hidalgo. Los comerciantes aseguran que las autoridades municipales no se tomaron la molestia de avisarles que los dejarían sin agua potable y menos de mandar agentes de vialidad para controlar el caos vehicular.
Los comerciantes esperan que las ventas caigan en un porcentaje considerable, pues por los trabajos del Simas, no hay estacionamientos, pero lo más grave es que los negocios de comida no tienen agua potable.
Raúl Chávez Muñoz, empleado de la tortillería San Juan, ubicada en el número 56 oriente de la avenida Hidalgo, comenta que no fueron avisados que ayer martes y este miércoles se quedarían sin agua potable a consecuencia de la obra.
“No tenemos ni una gota, ni siquiera nos avisaron, tuvimos que preguntar, imagínese lo grave que es esto para el negocio de la tortillería, ni siquiera nos mandaron agentes de vialidad para el caos, de por sí esta avenida siempre está toda congestionada desde la calle Donato Guerra hasta la calzada Colón”.
Ciro Graham Cruz, quien tiene su negocio en el número 50 oriente de esta avenida, dice que las autoridades debieron prevenir el caos vehicular y cerrar las calles para desviar la circulación por otras arterias mientras se lleva a cabo la reposición de la tubería de agua potable en la Hidalgo.
Julieta Mancha Orona trabaja con Ciro Graham, y asegura que tuvo que pagar un taxi porque no pudo dejar su automóvil estacionado sobre la avenida Hidalgo, “ya nos duele la cabeza de estar escuchando el ruido de las máquinas, las ambulancias no pueden pasar, los locales están todos llenos de tierra, y no tenemos agua”.
El negocio de Jesús Zamora Segura ocupa el número nueve de la avenida Hidalgo. Comenta que en esta ocasión no fue afectado por la falta de agua potable porque su tubería está conectada a la calzada Colón, pero hace dos años sí padeció las consecuencias del desabasto por una obra similar.
“Es demasiado molesto el ruido porque no podemos trabajar, vea toda la tierra que hay, ya estamos todos neuróticos con esta obra y eso que apenas comienzan, deberían de trabajar en la noche y desviar la circulación, no estamos en contra del progreso, al contrario, pero deben tomar medidas preventivas para no afectarnos en las ventas, la gente huye a todos estos problemas”.