EFE
BAGDAD, IRAK.- La campaña militar ?Cortina de Acero? lanzada por tropas estadounidenses en el noroeste de Irak, comenzó ayer su sexta y última etapa, según el Ministerio de Defensa iraquí.
El director de operaciones del Ministerio de Defensa, Abd al Aziz Yasim, aseguró además que la operación, que comenzó el pasado primero de noviembre, ?está a punto de terminar?.
Yasim explicó que ?la primera (de las seis fases) consistió en la recogida de información y en la delimitación de objetivos y la segunda en el aislamiento de los combatientes de la insurgencia?.
El director de operaciones agregó que en las siguientes tres etapas se realizaron numerosas operaciones militares centradas en la región de Hasiba, en el Oriente de Karabelah y en Ramana.
Yasim detalló que al menos diez soldados y 136 supuestos insurgentes fallecieron en estos combates y otros 57 militares resultaron heridos, aunque no especificó su nacionalidad.
Según el oficial, la sexta fase ?incluye la construcción de bases para las tropas conjuntas en esas zonas, con el objetivo de restaurar la seguridad y evitar la entrada de más terroristas?.
Yasim precisó que durante este periodo se detuvieron a 256 presuntos rebeldes y se hallaron numerosos depósitos de armas y talleres de explosivos.
Por otra parte, las familias iraquíes que abandonaron la región semanas antes que iniciaran los enfrentamientos emprendieron el sábado, el regreso a sus casas, según fuentes locales que prefirieron no ser identificadas.
Según las mismas fuentes durante la operación ?Cortina de Acero? fallecieron al menos 35 civiles, entre ellos ocho niños, sin embargo, según fuentes oficiales entre los civiles tan sólo se produjo un herido.
En la campaña militar participaron más de dos mil 500 soldados norteamericanos y mil iraquíes apoyados por tanques, aviones de combate y helicópteros.
Los objetivos de ?Cortina de Acero? son acabar con los seguidores del grupo terrorista de Al Qaeda, los combatientes extranjeros y los insurgentes, así como controlar la frontera entre Siria e Irak.
Muere un marine en emboscada
Un marine estadounidense murió al estallar una bomba al paso de su vehículo en una emboscada en la que ocho supuestos insurgentes perdieron la vida en el tiroteo posterior a la explosión, ataque en el que fallecieron también 15 civiles.
Un total de 24 personas, incluido el militar estadounidense, murieron en el ataque con bomba y posterior enfrentamiento ocurrido el sábado pasado en un área del oeste de Irak, informó ayer el mando militar de Estados Unidos (EU) en un comunicado.
Según la nota, el ataque tuvo lugar en la localidad de Hadiza, cercana a la frontera con Siria, cuando una bomba hizo explosión al paso de una patrulla militar conjunta de estadounidenses e iraquíes.
El atentado con bomba fue seguido por un ataque con armas ligeras contra los miembros de la patrulla, que respondieron con disparos y mataron a ocho de los atacantes e hirieron a uno más, añade la nota.
El Ejército estadounidense confirmó también, en otro comunicado, la muerte de cinco de sus soldados en dos ataques distintos ocurridos el sábado en el norte de Irak, en los que también resultaron heridos otros cinco militares.