EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La vida es muy injusta. Es lo que piensan los elementos que fueron “galardonados” con el estímulo económico otorgado por las autoridades municipales al cumplir de 15 a 35 años de servicio. Como premio a su esfuerzo y su trayectoria, les dieron un cheque por la cantidad de mil pesos.
Sin excepción, para todos fue una burla, pues no se compara la labor realizada durante las frías noches invernales o las ardientes tardes de verano a bordo de una patrulla, a lo que hacen funcionarios de alto nivel que por el hecho de cumplir con su obligación de atender a la comunidad, recibieron el pasado mes de diciembre un premio de un mes de salario, manifestaron varios agentes que solicitaron la omisión de sus nombres.
Lo anterior se refiere a la compensación que el alcalde, José Guillermo Anaya Llamas, dio a los distintos directores de las oficinas dependientes del Municipio, alcanzando la suma de más de 800 mil pesos.
“Estamos de acuerdo en que es imposible que nos incentiven con un salario tan alto como el que percibe la gente de la Presidencia, pero sí que fuera algo proporcional en relación con la antigüedad y no una miseria como la que nos dan cada año”, dijo un maduro policía.
“Con una tercera parte de los 800 mil pesos nos hubiéramos conformado, pues entonces sí hubiera sido un estímulo y no la burla de la que nos hicieron objeto. De tener dinero, por dignidad lo hubiera rechazado, pero como no es así, me tuve que conformar”, terció otro preventivo.
Los uniformados inconformes también criticaron el oneroso gasto realizado recientemente por el edil municipal cuando con una gran comitiva se trasladó a la capital del país para contender por la presidencia de la Asociación de Municipios Mexicanos, A.C. (AMMAC), donde despilfarraron dinero del erario.
Luego que perdió Anaya, todavía les da por ingerir bebidas embriagantes a grado tal que uno de los integrantes de la comitiva fue obligado a descender del avión de regreso, debido a su inconveniente estado, señaló un resentido agente.
Todos coincidieron en que si de esta manera es como las autoridades municipales quieren erradicar la corrupción en el cuerpo policiaco, están muy equivocados, pues “nuestras familias no comen de promesas o placas de reconocimiento”, dijeron.
Jubilaciones en víspera
En este año son varios los agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) que alcanzarán su derecho a jubilarse y desde ahora se ponen a pensar qué harán con la miseria de finiquito que se les otorga.
Uno de los elementos pronto a retirarse, manifestó que ya le “hicieron” la cuentas y se llevará poco más de 31 mil pesos, por 30 años de servicio que comparado con lo que se llevará el alcalde y todos sus colaboradores, realmente es una bicoca.