El ser humano comparte con el chimpancé el 96 por ciento de su ADN y es 60 veces "menos diferente" de él que del ratón, con el que, no obstante, comparte regiones cromosómicas.
AP/ EFE
Las revistas "Nature" y "Genome Research" publican un compendio con más de dos millones de diferencias genéticas entre las distintas razas caninas.
Desde el chihuahua más diminuto hasta el gran danés más corpulento, todos los perros poseen el mismo genoma básico. Un grupo de científicos anunció el que han descifrado el genoma canino, y han comenzado a realizar comparaciones detalladas entre el ADN de las distintas razas y de los seres humanos.
Hasta el momento, sólo se conocía la cadena genómica de especies como el gusano, el pollo, la mariposa de seda, el pez globo, la rata de laboratorio, el chimpancé, el ratón y la mosca de la fruta, además de la de algunas plantas.
El ser humano comparte con el chimpancé el 96 por ciento de su ADN y es 60 veces "menos diferente" de él que del ratón, con el que, no obstante, comparte regiones cromosómicas, incluso donde las secuencias subyacentes de ADN son diferentes.
El estudio podría ayudar a los investigadores a encontrar los genes que hacen a unos perros y a unos seres humanos más vulnerables que otros a dolencias tales como el cáncer, los ataques cardíacos, las cataratas, la epilepsia, la ceguera y la sordera. Y ya ha insinuado de que el ser humano puede tener menos genes de lo que pensaban los científicos.
El estudio utilizó el ADN de una perrita llamada Tasha, dijo Eric Lander, director del Instituto Broad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y autor principal del análisis publicado el jueves en la revista Nature.
El proyecto del genoma canino fue dirigido por Kersin Lindblad-Toh, del propio instituto.
Tasha fue escogida entre más de 100 perros porque su ADN lucía muy prometedor para la tarea de identificar a sus 2 mil 400 millones de componentes básicos químicos. Pero virtualmente cualquier otro perro podría haber dado resultados similares, dijo Lander.
Los resultados son más completos que los anunciados en el 2003 acerca del ADN de un caniche llamado Shadow.
Los científicos han descifrado también el genoma de los ratones, las ratas, los chimpancés, los pollos y los seres humanos, entre otros organismos.
El nuevo trabajo también identificó hitos a lo largo del ADN canino que ayudará a encontrar los genes que predisponen a los perros a padecer ciertas enfermedades, algunas de las cuales comparten con los seres humanos. Los genes caninos podrían servir de indicio para encontrar a los genes humanos correspondientes, dijo Lander.
De hecho podría ser mucho más fácil hallar los genes de las enfermedades en los perros que en los seres humanos, por cuanto la intensa actividad de los criadores de razas ha dejado su marca en el genoma canino, de modo que hallar las zonas del ADN que contienen los genes de las enfermedades es relativamente sencillo, dijo Lander.
La investigación
La información genómica empleada en la investigación procede de una hembra de boxer llamada "Thasa", de la que los científicos extrajeron la estructura básica del ADN con un 99 por ciento de genoma canino.
El paso siguiente fue estudiar los genomas de otras diez razas, además de otras especies de cánidos, como el coyote o el lobo gris.
A partir de estos resultados, los investigadores establecieron más de 2.5 millones de diferencias genéticas individuales a las que denominaron "polimorfismos nucleótidos únicos", que sirven como señales reconocibles para establecer las causas de ciertas enfermedades.
La secuenciación genómica del perro mostró las similitudes entre esta especie y el ser humano.
El director del Instituto Broad, responsable de la investigación, Eric Lander, expresó que "la increíble diversidad tanto física como de comportamiento de los perros está codificada en sus genomas, lo que ayudará a entender el desarrollo embrionario, la neurobiología y las dolencias humanas, así como las bases de la evolución".
Además, la investigación descubrió las regiones del genoma humano más preservadas en la evolución de los mamíferos en los últimos 100 millones de años, que se cifra en un 5 ciento que no ha mutado durante el proceso evolutivo.
Se halló que las secuencias mejor conservadas en esta evolución no están distribuidas aleatoriamente en el genoma, sino ordenadas en una pequeña fracción de los genes que codifican las proteínas cruciales en el proceso del desarrollo.
Esto significa que "una pequeña porción de genes cruciales está bajo un control mucho más elaborado de lo que se pensaba", explica Kerstin Lindblad-Toh, codirector de la secuenciación del genoma del Instituto Broad.
Una de las causas principales de muerte en los perros es el cáncer y muchos de los tumores son muy similares a los que afectan a humanos, por lo que el uso de los resultados combinados del genoma del ser humano y del perro "permitirá un trabajo más eficaz en el tratamiento de ésta y otras enfermedades", según los autores del trabajo.
La investigación muestra, además, la predisposición de ciertas especies a ciertas dolencias como enfermedades cardíacas, cáncer, ceguera, cataratas, epilepsia y sordera, por lo que los científicos tienen ahora las herramientas para detectar los genes de estos males.
Otros resultados se refieren a las diferencias en los esqueletos o al dimorfismo sexual, diferencia física entre machos y hembras.