La imaginación del niño se puede estimular permitiendo que toque, pruebe, sacuda, experimente, descubra e invente nuevas maneras de interactuar con su juguete.
México, (SUN-AEE).-La visita de los Reyes Magos es una de las mejores tradiciones de los mexicanos, pues cada año -por más difíciles que sean las condiciones económicas- se hace un esfuerzo para cumplir los sueños de los niños, lo que tiene como recompensa su mejor desarrollo físico y mental.
De acuerdo con terapeutas infantiles, la imaginación del niño se desarrolla en el hemisferio derecho del bebé y se puede estimular permitiendo que toque, pruebe, sacuda, experimente, descubra e invente nuevas maneras de interactuar con sus
juguetes, por lo cual es importante que sean llamativos y tengan opciones de uso.
El intelecto creativo, el aprendizaje y la imaginación funcionan juntos, provocando mayor espontaneidad, fantasía y la posibilidad de apreciar la música y las artes. Es importante seleccionar las actividades y juegos que vayan de acuerdo con la
edad e intereses del pequeño, teniendo oportunidad de sentir seguridad y confianza en su búsqueda de conocimiento al experimentar con su cuerpo, afirma la terapeuta Isabel Herrera- Lasso.
¿Cuál es el juguete adecuado para los hijos?
Es importante establecer que "un buen juguete debe fomentar el desarrollo sano y natural de nuestros hijos ya que acompaña a los niños en sus más importantes pasos hacia la independencia", dice.
"Es importante que los padres de familia, así como los encargados de las escuelas se interesen en esta actividad lúdica, que permita, además de poder jugar, enseñarle al niño los roles y las reglas sociales, como puede ser un sistema de
tránsito de bicicletas o triciclos o una casa de muñecas", comenta.
La terapeuta advierte que "un juguete no debe ser complicado, es decir, no debe requerir de instrucciones complicadas para su uso y, por el contrario, debe fomentar la imaginación, la creatividad y el desarrollo de un juego con una finalidad didáctica".
El juguete debe ser seguro, que no sea elaborado con materiales tóxicos ni para el niño ni para el medio ambiente, que tenga formas seguras dependiendo de la edad; que el tamaño de las piezas no sea demasiado pequeño para evitar que sean introducidas en la boca, la nariz u los oídos, que no tenga filo en los bordes, que sea lavable e higiénico. Pero, ante todo, es necesario eliminar los juguetes bélicos, "porque nunca será bueno enseñar a matar a un amigo, aunque sea un juego", subraya.
"Es importante no desperdiciar como padres la etapa del juego de nuestros hijos, dedicándoles tiempo de calidad mediante actividades que contribuyan a su salud mental", recomienda Isabel Herrera-Lasso.
Los juguetes que no deben faltar
Las muñecas y los peluches, que satisfacen las necesidades emocionales y para interpretar toda clase de historias; las construcciones y los que se ensamblan, desde los más simples hasta los complicados por piezas específicas.