TORREÓN, COAH.- En el marco de la XXVI Reunión Ordinaria de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), diversos manifestantes aprovecharon para hacerse escuchar por los mandatarios a través de cartulinas, mantas y hasta una guillotina.
En las afueras del hotel Crowne Plaza, una madres de familia aguardaba por los mandatarios. Mediante cartulinas de colores decía no creer en eventos como la Conago, pues aseguró que eran reuniones costosas de pasarela política que no aportaban soluciones concretas a la problemática del país y señaló que “Conago es un teatro”. La mujer pedía la atención del titular de la Comisión de Derechos Humanos, pues según comentó, su familia sufrió agresiones por parte de policías.
Por su parte, un numeroso grupo de ex braceros se reunió con el secretario de Gobierno, Abraham Cepeda Izaguirre, a quien solicitaron apoyo para que “aterricen” los pagos que les corresponden. El funcionario estatal les prometió que se buscaría que los estados destinen recursos para esta cuestión, sin mencionar fechas.
El secretario de Coahuila dijo que el compromiso fue atender y reforzar los programas a ex braceros, pero tampoco se especificó el monto que podrían aportar las entidades y el seguimiento que se daría al caso.
En el estacionamiento de la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), esperaba Gustavo Guerrero, famoso ejidatario duranguense que aprovecha la visita de cualquier personalidad de la política para pedir atención o amenazar con cortarse la cabeza, para lo cuál, carga con una guillotina casera en la parte trasera de su camioneta.
El campesino fue atendido por personal de la Comisión Nacional del Agua (CNA), pero se negaba a seguir los procedimientos del organismo. Entregó una copia de su propuesta a cada uno de los gobernadores, que consistía en la construcción de tiendas tipo cooperativas en las que los productores del campo vendan sus productos a precios competitivos bajo la ley de la oferta y la demanda, para contrarrestar así “la opresión de las cadenas de centros comerciales”.
El ejidatario aseguró que en el norte del país “somos todos damnificados de una política social en la que priva la corrupción, la impunidad, la inseguridad social y el desempleo, entre otros males”, y que los mandatarios están obligados ética y moralmente a remediar, pero indicó que en vez de esto, “se hacen guajes”.
Cerca de las tres de la tarde, alrededor de 15 campesinos de Nuevo León y Coahuila intentaron protestar frente a la Ciudad Universitaria, pero fueron retirados por los policías estatales, por lo que se quedaron afuera del cerco de seguridad, sosteniendo cartulinas con mensajes para los mandatarios, donde solicitaban apoyo y atención al campo de estas entidades, respuestas a la problemática de pobreza extrema que enfrentan los ejidatarios y una audiencia.
La sesión plenaria de la Conago, programada para las 11 de la mañana, inició con una hora y 15 minutos de retraso, y se extendió hasta pasadas las cuatro de la tarde. Una vez concluida, los mandatarios participaron en la foto oficial de la reunión, a excepción del gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, quien se retiró inmediatamente después de terminar la sesión.
Como pasarela política, la reunión incluyó la visita de 24 de los titulares de las entidades del país, incluidos los gobernadores electos de Coahuila y el Estado de México, Humberto Moreira y Enrique Peña Nieto, otro de los mandatarios más solicitados por los medios de la comunicación, en cuanto al tema de las finanzas que dejó Arturo Montiel en esta entidad.
Seguridad
El despliegue de seguridad contó con la participación de más de 500 elementos de la Policía Preventiva Estatal, que se encargó de la coordinación de la vigilancia, con el apoyo de los Ministeriales, mientras que la Policía Federal Preventiva se ocupó de la vialidad.
Los funcionarios más solicitados para las entrevistas eran el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, y los mandatarios de Nuevo León y Sonora, Natividad González Parás y Eduardo Bours Castelo, así como Amalia García Medina, de Zacatecas. Entre los menos populares se contaba al gobernador de Baja California.
El detalle de la tarde fue cuando diversos medios cuestionaron al gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, en torno al problema diplomático entre el presidente de México, Vicente Fox Quesada, y su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, a lo que el mandatario dijo “Eugenio Derbez”, al referirse al secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez.