Hoy - ayer- a partir de las tres de la tarde, se llevó a cabo una reunión de los cinco contendientes a la candidatura priista por el Gobierno del estado de Coahuila: Raúl Sifuentes, secretario general de Gobierno; Javier Guerrero, secretario de finanzas; Jesús María Ramón, diputado federal; Alejandro Gutiérrez, senador y Humberto Moreira, alcalde de Saltillo.
Sin lugar a dudas, el resultado de la juntita debe haber sido muy divertido: “gobernador, la información que tiene al respecto de golpes bajos entre nosotros, seguramente se debe a una confusión” y frases de ese tipo -que no se lo cree ni una niña de segundo año de kinder- pero que la forma a esas alturas para la lucha por el poder entre los mismos de un partido deben de decirse.
Realmente debe ser interesante el diálogo entre Raúl Sifuentes y Humberto Moreira. Los dos con profundo conocimiento del trabajo sucio en las estructuras electoreras y clásicas clientelas del PRI, se han dado hasta con la cubeta y a mansalva, en otros ámbitos no se podría entender, pero en el mundo de la política hay que aprender a comer sapos con una sonrisa en la cara.
La hora de la definición cada vez está más cerca y Martínez y Martínez está viendo cómo los tiempos pronto lo obligarán a tomar la decisión de quién habrá de sucederlo en el cargo. Los que saben, aseguran que el gobernador todavía no ha dado color por quién se decidirá, pero empiezan a haber elementos que van delineando las posibilidades de cada uno, vale la pena tratar de hacer un juego de escenarios para descubrir la posición en la que se encuentra cada uno de los contendientes, desde el punto de vista de su posición en la carrera, sus perfiles por ahora los dejamos de lado.
Jesús María Ramón es actualmente diputado federal. Con residencia en Acuña, pero presencia empresarial fuerte en la capital, el diputado Ramón tiene su mente muy definida, está en una etapa de su vida en la que realmente siente que puede luchar por alcanzar la gubernatura a todos tiros. Tiene una enorme ventaja: dinero y empresas suficientes para estar en un lugar diferente a los demás; no busca en la política su sustento, es tal vez su pasión - con todo lo que ello implica- Sin embargo, Chuy María, es de todos quien más alejado está de Enrique, lo que aparentemente lo aparta de la posibilidad de quedarse fuera, aunque él está dispuesto a competir por las siglas de otro partido en caso de que le jueguen chueco, al tiempo.
Raúl Sifuentes Guerrero, secretario general de Gobierno, Sifuentes ha sido clave en el ascenso de Enrique a su cúspide política, aunque el actual secretario le ha sembrado muchos enemigos. No se debe jamás de contemplar que su relación con el gobernador ha sido satisfactoria de ambas partes, y que Sifuentes puede ser todo, menos tonto. Las apuestas parecen no darle posibilidades, pero su decisión de anunciar su precandidatura no es un salto al vacío, es por seguro, alguna sorpresa habrá.
Alejandro Gutiérrez, alias la coneja, es senador y desde el sexenio pasado intentó competir por la candidatura. Cuando se dio cuenta de que no había posibilidad alguna, se alineó con Martínez con la apuesta de que para la siguiente -o sea, para ahora- él sería el bueno. Las encuestas de preferencias no lo favorecen mucho que digamos, así que su tabla de salvación es intentar que el gobernador respete ese supuesto arreglo de hace seis años.
Javier Guerrero, es el tesorero del Estado. Su labor como tal ha sido reconocida en los círculos empresariales y goza de prestigio. Desafortunadamente para su causa, su posición en los sondeos lo ubican muy lejos de la punta, lo que hace difícil que el resultado de una elección interna abierta le favorezca, por lo que con capacidad y todo, sea el que tal vez más lejos está del sueño de ocupar la chamba de su jefe.
Humberto Moreira es el alcalde de Saltillo, el más popular de todos, Moreira confía que su posición de líder en las encuestas más representativas, sean suficientes para que el dedo divino dé su anuencia para ganar. Pesan sobre el profesor esa fama de populista y se le ha atacado por el manejo de su administración, aun así, es el que controla el principal bastión priista en el estado, Saltillo, y ese punto lo hace verse muy sólido.
El calendario está acercando el momento de la decisión, pero el que por primera vez se hayan reunido los cinco alrededor del gran jefe, es una señal de que la recta final está cada vez más cerca.
