Llaman a católicos a apoyar con plegarias la elección del nuevo Papa.
Ciudad del Vaticano, (EFE y Reuters).- Los miembros del Colegio Cardenalicio han concluido su séptima reunión general desde la muerte de Juan Pablo II, destinada a preparar el cónclave que a partir del próximo lunes elegirá a su sucesor.
Tras el encuentro de la Congregación de Cardenales, que se prolongó durante cerca de dos horas, los prelados abandonaron el Palacio Apostólico del Vaticano sin hacer comentarios a la prensa, tal y como decidieron el fin de semana, para mantener la máxima reserva en lo que concierne al cónclave.
A las reuniones que se celebran a diario desde la muerte del Papa pueden asistir los 183 purpurados miembros del Colegio Cardenalicio, mientras que en el encuentro del que saldrá el nuevo Pontífice sólo podrán participar aquellos cardenales menores de 80 años.
Aunque son 117 los prelados que todavía no han alcanzado esa edad, en el cónclave estarán 115, después de que el filipino Jaime Sin y el mexicano Alfonso Antonio Suárez Rivera confirmaran que no asistirán por motivos de salud.
Protestan contra ex-arzobispo de Boston
Un grupo de estadounidenses que fueron víctimas de abuso sexual por parte de curas dijo el lunes que la Iglesia Católica estaba "echando sal sobre una herida abierta" al permitir que el cardenal de Boston, al que consideran responsable, oficie una misa conmemorativa por el Papa.
El cardenal Bernard Law fue forzado a renunciar a su cargo de arzobispo de Boston en el 2002 a causa del abuso sexual. Law fue culpado de permitir que curas que ya se sabía que habían abusado sexualmente de menores fueran trasladados a otras parroquias en lugar de ser expulsados.
"El es el alumno ejemplar del escándalo de abuso sexual", dijo Barbara Blaine, quien llegó a Roma para representar a unos cinco mil 600 miembros de la Red de Sobrevivientes de Abusados por Curas.
"El parece ser el obispo con mayor complicidad en la transferencia de curas abusadores de un sitio a otro", dijo Blaine a Reuters en una entrevista después de llegar desde Chicago para protestar contra la misa del lunes encabezada por Law.
"Es muy doloroso, su imagen saca afuera todo este dolor y la devastación", dijo.
"Hay miles de víctimas que podrían no haber sido abusadas si Law hubiera actuado apropiadamente", agregó.
Blaine, que dice que fue abusada por su cura párroco desde 1969 hasta 1974, dijo que el hecho de que Law asumiera un papel tan destacado en los ritos por el duelo del Papa era como "echar sal sobre una herida abierta", para miles de víctimas del abuso de los curas.
"En este momento extremadamente significativo para los católicos y para las víctimas (...) ellos no deberían tener que estar enfrentando este escándalo de abuso sexual", sostuvo.
Incluso si el protocolo establece que Law deba oficiar la misa, él debería haberse excusado, por sensibilidad hacia las víctimas, añadió Blaine.
