EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Diferentes actividades a favor de la población infantil de la colonia Pancho Villa y zonas aledañas, realizó la orden de los Caballeros de Colón como parte de su proyecto Niño San Marcos, el cual concluyó con el bautizo de dos menores.
Dicho programa consistió en apoyar a la niñez principalmente de colonias donde hay altos índices de drogadicción, delincuencia y pobreza, en conjunto con catequistas de la Parroquia San Marcos, quienes se dieron a la tarea de ofrecer pláticas de valores, salud, espiritualidad y educación, así como apoyo de todo tipo, explica el gran caballero Eduardo Murra Farrús.
Otras de las actividades que realizaron junto con los pequeños fue un recorrido por los museos de Torreón, con la platica Mi Comunidad es mi Casa; así como visitas al Parque los Fundadores y a la ciudad deportiva.
El digno gran caballero Eduardo Murra comenta que los Caballeros de Colón participantes en esta tarea, fueron el sacerdote Víctor Manuel Gómez Hernández, Homero Flores Ávila, Jaime López Romo, Francisco Pineda Carrera, Adolfo Rodríguez Mijares, Arturo Martínez Natera, José Jaime Garza Espino y los dignos caballeros José Luis López Meléndez, William de la Cruz, José Luis Madero Garagarza, Alfredo Murra Farrús, Raúl Ramírez Ramírez, Leopoldo Rodríguez Martínez, Rogelio Saldaña Wolff, Felipe Téllez Blanco, Carlos Guadalupe Vega Sánchez, Javier Yáñez, Luis Gurza Jaidar y Eduardo Casale Guerra.
Menciona que otra de las principales acciones que abordaron en el plan de trabajo, fue que mediante fechas establecidas realizaron visitas a casas de los niños enrolados por parte de miembros de esta asociación, que suman alrededor de 70, con quienes se habló al igual que con sus padres para conocer su evolución educativa y también su participación dentro del catecismo.
En sí, el objetivo que se persiguió fue hacer sentir a los niños que son importantes para alguien, y que su superación interesa bastante, pero sobre todo que tengan presente que todo esfuerzo traerá siempre consigo una recompensa.
Finalmente, Murra Farrús expresa que tanto para él como para sus compañeros de la orden, fue una alegría haber sido puente para que los dos niños bautizados recibieran una formación espiritual y que la familia se haya reintegrado a la comunidad católica.