Según un dictamen final responsabilizan al anterior Gobierno de descuidar la seguridad ante el terrorismo islamista.
Madrid, (EFE).- El Parlamento español cerró hoy la comisión de investigación de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid con la aprobación de un dictamen en el que se concluye que el anterior Gobierno manipuló la información de la matanza y descuidó la seguridad ante el terrorismo islamista.
Todos los grupos con representación en el Congreso de los Diputados (cámara baja del Parlamento español), salvo el conservador Partido Popular (PP), en el poder en el momento de los atentados, aprobaron el dictamen en este sentido.
Así, el documento que resume lo ocurrido antes y después del 11-M recibió 184 votos a favor, 145 en contra y una abstención.
En el dictamen final se acredita que el 11-M fue obra de radicales islamistas, que no hubo ninguna conexión con la organización terrorista ETA y que la hipótesis de que ésta hubiera sido la responsable se debilitó a las pocas horas de los ataques, a tenor de los datos policiales.
El desacuerdo sobre la versión de los hechos, una constante durante los trabajos de la comisión, no impidió que hoy los grupos, de forma unánime, aprobaran un conjunto de más de 150 propuestas sobre seguridad y víctimas que incluye la creación de una alianza contra el terrorismo internacional.
En el debate, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, denunció hoy que el gobernante Partido Socialista (PSOE) haya cerrado "en falso" la comisión sin saber "quiénes fueron" los verdaderos autores, las "complicidades" que lo rodearon y si ETA tuvo algún papel, pero garantizó que su partido "no desfallecerá" en la búsqueda de la verdad.
El PP no está de acuerdo en que concluyan los trabajos de la comisión porque, en su opinión, quedan por aclarar muchos aspectos relativos a la matanza.
Ante las críticas recibidas, Zaplana subrayó que el Ejecutivo de Aznar "dio la cara" con "total transparencia" tras el 11-M y sus responsables tienen ahora la "conciencia clara" y reiteró que la matanza de Madrid fue "un atentado político que cambió un Gobierno y el rumbo de un país", en alusión a las elecciones legislativas del 14 de marzo de 2004 que dieron el poder a los socialistas.
Aunque algunos grupos exigieron responsabilidades políticas a Aznar y varios de sus ex ministros por la gestión de la crisis, los socialistas no lo aceptaron porque, aunque consideran que hubo "infravaloración" de los riesgos y la respuesta y una "falta de impulso político", los terroristas son "los únicos responsables de lo ocurrido".
Además, según el portavoz socialista Alvaro Cuesta, habría sido difícil haber evitado los atentados "fueran cuales fueran las medidas adoptadas".
El presidente de la comisión de investigación del 11-M, Paulino Rivero, consideró que las medidas acordadas suponen "el mejor homenaje" a las víctimas y opinó que las discrepancias políticas mantenidas desde el comienzo entre PSOE y PP no han empañado las propuestas aprobadas.
La votación de hoy representa el cierre de la comisión parlamentaria de investigación creada tras los atentados del 11-M, en los que 192 personas murieron y más de 1.500 resultaron heridas al detonar una decena de artefactos en cuatro trenes.
Han sido trece meses de trabajo, en los que decenas de personas declararon ante esta comisión, aunque las comparecencias que generaron mayor expectación fueron las del actual presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y su antecesor en el cargo, José María Aznar.
Si Aznar afirmó que los atentados buscaron "volcar" los comicios legislativos del 14 de marzo, en los que el PP pasó a la oposición tras ocho años en el poder, Rodríguez Zapatero habló del "engaño masivo" de aquel Gabinete al insistir en la posible autoría de ETA cuando la única vía de investigación era la islamista.
La más emotiva de las comparecencias fue la de la representante de las víctimas de la matanza, Pilar Manjón, quien pidió que no se utilice "nunca más, ni aquí ni en ningún otro contexto, el dolor de las víctimas con fines partidistas", lo que llevó a los diputados a entonar un mea culpa.
Además de la información obtenida durante las comparecencias, la comisión examinó cientos de documentos, tanto los enviados por el Ejecutivo como las partes del sumario cuyo secreto ha ido levantando el juez que instruye el 11-M, Juan del Olmo.