Berlín, (EFE).- La Audiencia de Hamburgo condenó a cadena perpetua a los padres de una niña de siete años, a la que mataron de hambre al dejarla sola en una habitación fría y oscura hasta que finalmente falleció asfixiada en sus propios vómitos.
El padre, de 50 años, y la madre, de 36, fueron declarados culpables de asesinato, por haber obviado brutalmente la atención de su hija, de nombre Jessica, y provocado así su muerte.
La niña que estaba gravemente desnutrida, fue hallada muerta a principios de marzo en casa de sus padres, que la habían sometido a un auténtico martirio al dejarla sin apenas alimentos en un cuarto oscuro.
En el momento de morir pesaba apenas nueve quilos y medio y, según los forenses, falleció víctima de los propios vómitos provocados por su desnutrición.
El caso de Jessica despertó gran conmoción en Alemania, puesto que al parecer ni los vecinos ni las autoridades habían reparado en lo que ocurría en ese domicilio familiar.
El proceso reveló los sufrimientos de la niña hasta su muerte, puesto que como consecuencia de su desnutrición padecía de una fuerte inflamación de los riñones e intestinos y, dada su extrema delgadez, no podía ya ni andar, sino que se arrastraba por el suelo.
Lo ocurrido con Jessica desató la alarma entre las autoridades de Hamburgo, que crearon una comisión especial dedicada a investigar otros posibles casos de negligencia familiar en algunos barrios de alto índice de paro y marginación, a consecuencia de lo cual han salido a relucir otros casos de malos tratos parecidos.
