La Iglesia Ortodoxa excomulgó oficialmente al padre exorcista, excluyó a las monjas de la vida monástica y cerró el monasterio.
Bucarest, (EFE).- El sacerdote Daniel Corogeanu y cuatro monjas del convento Santa Trinidad de Tanacu (noreste de Rumania) fueron acusados hoy oficialmente de asesinato con crueldad en un rito de exorcismo de la religiosa Maricica Irina Cornici de 23 años.
Asimismo, la Iglesia Ortodoxa condenó este acto desde un principio como "abominable", "bárbaro" y "sin precedentes en la iglesia oriental", y hoy excomulgó oficialmente al pope exorcista, excluyó a las monjas de la vida monástica y cerró el monasterio.
La Fiscalía de Vaslui (en el noreste del país) presentó hoy ante el Tribunal local a los acusados por "homicidio sumamente grave, con crueldad y privación de libertad", y propuso su detención preventiva durante 29 días, por representar un peligro social.
Los magistrados del Tribunal decidieron enviar el dossier a la Corte de Apelaciones de Iasi, después de que la abogada de los acusados recusara la instancia de Vaslui por motivo de excesiva mediatización e invocara el riesgo de un juicio incorrecto.
Los cinco religiosos podrían ser condenados a 25 años de cárcel por causar la muerte de Cornici el pasado 15 de junio.
Tras un interrogatorio de once horas ayer, y una noche detenidos por la Policía, Corogeanu (29 años) y las cuatro monjas, entraron en el Tribunal bajo escolta y cabizbajos por entre una multitud hostil y se negaron a hablar a la prensa.
Más de un centenar de personas indignadas por la muerte de la monja, así como unos 30 creyentes exaltados que dicen que para ellos "Padre Daniel" es como "nuestro Señor Jesús", se congregaron también hoy ante el Tribunal, después de que ayer se enfrentaran a gritos y empujones ante la Fiscalía.
"Los cinco acusados no cambiaron su declaración inicial", dijo hoy a los periodistas el fiscal Ovidiu Berinde, que dirigió ayer el interrogatorio.
Los acusados reconocieron que entraron en la celda de la joven religiosa el 10 de junio, que el pope la inmovilizó y las cuatro monjas la ataron, la amordazaron y la mantuvieron sin alimentos ni agua, en un sótano y en el porche de la iglesia, porque "estaba poseída por el diablo".
La Fiscalía precisa en un comunicado que los inculpados privaron de libertad a la víctima entre el 10 y el 15 junio, y la ataron por los miembros superiores e inferiores y a través del abdomen "con cadenas aseguradas con candados" sobre una cruz improvisada, lo que terminó por causarle la muerte.
La Fiscalía destaca también que los religiosos previeron y aceptaron "el resultado letal" de los tratos a que sometieron a la víctima, aunque no persiguieran ese fin explícitamente.
Según los médicos forenses, la muerte se debió a una serie de factores, entre ellos "choque metabólico, compresión mecánica y deshidratación".
Además establecieron que la víctima presentaba "múltiples lesiones traumáticas en los miembros y el abdomen" y destacaron que la joven monja era virgen, mientras que las pruebas de orina y sangre mostraban que no había consumido alcohol.
Según la investigación, a Cornici le fue diagnosticada el pasado mes de abril una esquizofrenia en un hospital de Vaslui.
La joven monja fue criada en un orfanato y trabajó unos años como empleada doméstica en el extranjero, antes de ingresar en el monasterio hace tres meses.
"En mi opinión, todos los acusados son culpables en igual medida, pero a partir de este momento la Alta Corte de Casación y Justicia instrumenta este caso", añadió Berinde.
El llamado "Padre Daniel" sostuvo ayer que "Sor Irina" murió porque "así fue la voluntad de Dios", mientras que en una entrevista anterior señaló que no recurrieron a un médico porque "el diablo no se cura con píldoras".
La Iglesia Ortodoxa, la institución con la mayor cota de confianza entre los rumanos, con un apoyo popular superior al 80 por ciento, ha anunciado que dedicará su próximo sínodo en julio a los problemas de la vida monástica.