San José, (EFE).- Un juzgado de Costa Rica condenó al sacerdote Carlos Artavia a pagar una multa de 63 dólares por la muerte de una perra callejera que vivía en las afueras de la iglesia a su cargo, informó una fuente judicial.
Una portavoz del Poder Judicial dijo a EFE que la condena fue dictada por maltrato contra animales.
"Voy a pagar la multa con mucho gusto y de una vez aprovecho para ofrecer disculpas públicas a todas las personas que se sintieron ofendidas por mi actuación", dijo el sacerdote al "Diario Extra".
Los feligreses de la comunidad católica de Tibás, en San José, protestaron contra el párroco el pasado 28 de enero, tras acusarlo de la muerte de la perra llamada "Camila", que entraba a las misas y entierros.
Según versiones de los feligreses, unas señoras se quejaron porque la perra ensuciaba la iglesia, por lo que el padre se llevó al animal a una veterinaria para sacrificarlo.
El juez a cargo del caso le impuso al sacerdote la pena máxima establecida en la ley para el delito de maltrato o crueldad animal.
La defensa tiene tres días para apelar la sentencia, y de no hacerlo, el sacerdote deberá cancelar la multa en un plazo de quince días para evitar que se le gire una orden de captura.