Agencias
MÉXICO, DF.- El precandidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, admitió ayer que la posibilidad de su triunfo en los comicios federales de 2006 depende de una participación de más del 50 por ciento del electorado.
?Si la gente no participa, no defiende un proyecto alternativo y no lo respalda, tiene posibilidades de ganar el partido que tiene más estructura y tiene más militantes?, señaló el tabasqueño.
En una conferencia de prensa que ofreció en un salón del Hotel Colonial de Hermosillo, Sonora, López Obrador estableció que el movimiento ciudadano puede hacer que gane la Oposición al PRI, tal y como ocurrió en 1988 y en 2000.
?Ya no hay poderes absolutos en México ni se aceptan caciques regionales, son los ciudadanos quienes van a decidir y quienes van a ganar en 2006?, apuntó.
Además aclaró que los ciudadanos que no tienen militancia en ningún partido político serán los que definan el resultado de la elección presidencial en 2006.
Son los ciudadanos independientes los que deciden una elección presidencial, ?no olvidemos que la mitad de los mexicanos tiene militancia, está en los distintos partidos políticos y la otra mitad no tiene militancia partidista, son ciudadanos libres que votan de acuerdo al proyecto o el candidato?.
El ex jefe del Gobierno del Distrito Federal arribó a las 10:00 horas a la capital sonorense y desahogó una agenda privada.Deberá Gordillo negociar el tiempo que ocupará como líder nacional del tricolor con los consejeros políticos.
?Fox es un rehén de los empresarios?
Andrés Manuel López Obrador, precandidato del PRD a la Presidencia de la República, acusó ayer al presidente Vicente Fox de ser rehén de los empresarios que financiaron su campaña en las elecciones de 2000.
?Para ganar tuvo que hacer una colecta, y esos compromisos lo ataron de pies y manos, y por eso él no pudo cumplirle a la gente?, estableció.
Durante su gira por Sonora el ex jefe de Gobierno capitalino dijo que no recurrirá a los empresarios para financiar su campaña política.
López Obrador aseguró que no está en contra del sector empresarial, pero no está dispuesto a hipotecar a la Administración federal para pagar favores.