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BOGOTÁ, COLOMBIA.- La guerrilla colombiana prácticamente cerró las puertas a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Gobierno para intercambiar secuestrados ? entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y otros 60 rehenes- por rebeldes presos, al precisar que para un canje es indispensable la liberación y retorno al país del dirigente extraditado a Estados Unidos Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad.
?Los familiares (de los secuestrados) saben que, sin el regreso de Simón a Colombia, las posibilidades del acuerdo de canje están lejos de concretarse por culpa de Álvaro Uribe y su equipo de Gobierno?, advirtieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un comunicado publicado en su página de Internet.
Agregaron que un eventual ?canje? depende también de la liberación de Omaira Rojas, alias Sonia, considerada jefa de finanzas del Bloque Sur de las FARC y eslabón importante en el negocio de la cocaína.
La extradición de Sonia fue autorizada por el presidente Uribe la semana pasada y en los próximos días podría partir a Estados Unidos para ser juzgada por tráfico de drogas.
El llamado ?canciller? de las FARC Rodrigo Granda, cuyas andanzas por Venezuela, Ecuador y conexiones con los secuestradores de Cecilia Cubas en Paraguay lo han puesto en el foco de atención, figura también en la primera línea de los guerrilleros que deben ser liberados, a cambio del grupo de secuestrados ?canjeables?, que incluye dirigentes políticos, policías, militares y tres contratistas civiles estadounidenses.