El Parlamento dio un plazo de tres días para que las distintas comunidades resuelvan los asuntos aún pendientes sobre el texto constitucional .
Bagdad, (EFE).- El primer ministro iraquí, el shii Ibrahim al Yafari, mostró su confianza en la posibilidad de alcanzar un acuerdo final sobre el borrador de la nueva Constitución de Irak, pese a que la principal formación suní lo rechazó hoy totalmente.
El texto constitucional fue remitido anoche al Parlamento, que dio un nuevo plazo de tres días para que las distintas comunidades resuelvan los asuntos aún pendientes, especialmente en lo que se refiere al federalismo y el papel del Islam en el futuro Irak.
Al Yafari, en declaraciones a los periodistas en Bagdad, reconoció que existen divergencias e instó a que "todos los líderes políticos cooperen para superarlas", mientras insistía en que "la última palabra la dirá el pueblo iraquí" en octubre.
El 15 de ese mes, los iraquíes tendrán que decir "sí" o "no" en el referéndum sobre el texto constitucional que, en caso de ser aceptado, conducirá a la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales en diciembre.
"Hay algunas fuerzas que tienen objeciones sobre algunos puntos en (el borrador de) la Constitución, y esperamos solucionar estas cuestiones en los próximos tres días", añadió.
Al Yafari se refería sobre todo al Partido Islámico Iraquí (PII) que hoy hizo público un comunicado en el que afirmó claramente que se opone al texto constitucional "tanto en su espíritu como en su letra".
La nota denuncia que los kurdos y los shiies han traicionado el consenso nacional al presentar el borrador sin ni siquiera leer las últimas enmiendas sugeridas por la comunidad suní, minoritaria en el país.
"Recomendamos aplazar la presentación del borrador varios días, pero no nos escucharon. Por ello, el Partido Islámico condena esta acción y la considera una violación del acuerdo", subraya el comunicado, leído con dureza por un portavoz del PII en Bagdad.
Además, puntualiza que no solo el federalismo es objeto de disputas y subraya que también existen discrepancias en otros asuntos como la purga de los antiguos miembros del partido árabe socialista Baaz, en el que apoyó su poder Sadam Husein y acaparado por los suníes, o la identidad de Irak.
"Nunca aceptaremos el borrador si no se preserva en él la unidad de Irak, se garantiza la justicia para todos los iraquíes, se distribuye equitativamente la riqueza y se fija un papel adecuado del Islam", destaca el documento.