Son varios hechos de sangre que se encuentran pendientes, pero esta semana puede haber resultados
En esta semana se esperan avances en las diferentes investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia, en lo que respecta a hechos de sangre en diversos municipio del estado, informó el coordinador de Ministerios Públicos Foráneos, Rafael de Santiago Félix.
En relación con los hechos suscitados el sábado 10 de septiembre, en las calles del centro de la ciudad de Santiago Papasquiaro, donde Sergio Valdez Melchor, de 24 años, vecino de la calle Madero de la mencionada localidad, fue baleado por un sujeto del que hasta ahora se desconoce su identidad, pues sólo se sabe que conducía un vehículo tipo Jeep, Cherokee, De Santiago informó que el lesionado ya está fuera de peligro, pues fue intervenido quirúrgicamente el mismo sábado en una clínica del lugar citado; sin embargo, las declaraciones del herido no han presentado elementos que pudieran arrojar la identidad del agresor.
Sergio recibió un balazo en el pecho tras reclamarle a un conductor que se estacionó a media calle y no lo dejaba pasar, por lo que empezó a sonar el claxon y a proferirle palabras altisonantes, recibiendo del infractor un tiro como respuesta.
Por ahora, las autoridades se han ido por la localización del vehículo, del cual se tienen algunas características proporcionadas por los testigos.
FUE POLICÍA MUNICIPAL EL ASESINO, EN PÁNUCO
El domingo, en el poblado Francisco I. Madero, municipio de Pánuco de Coronado, se registró una riña entre dos sujetos que tenían varias horas ingiriendo bebidas embriagantes, resultando herido por proyectil de arma de fuego uno de ellos, que a la postre falleció al recibir los primeros auxilios, mientras el agresor se daba a la fuga.
Tras iniciarse las investigaciones, se supo que el autor de los hechos, Alejandro Cabral Gándara, fungía como policía municipal del citado lugar, mismo del que ya se tienen pistas precisas sobre su paradero.
El martes, Juan Manuel Aguirre Guardado, de 22 años, fue encontrado muerto de seis balazos; tres en la cabeza, uno en el cuello, otro más en el hombro y el último en el brazo izquierdo.
El cuerpo se localizó en la parte posterior del panteón de Canatlán y lo único que se supo es que Juan Manuel había salido de su domicilio para ir a la feria de ese lugar, comentaron sus familiares que lo vieron por última vez.
Según los testigos, el hoy occiso se vio acompañado por dos sujetos, ingiriendo bebidas embriagante en la Feria, mismos que están arraigados en un domicilio de la localidad, mientras se reúnen más elementos que pudieran precisar la responsabilidad de los hechos.
SE CONSIGNARÁ A 6 SUJETOS POR HOMICIDIO
En el caso de Jesús Rodríguez Reyes, de 15 años, quien fue muerto a navajazos en Canatlán, se detuvo a seis personas involucradas; sin embargo, ninguna quiere declarar, aun cuando en sus ropas se encontraron huellas de sangre del hoy occiso.
A decir del coordinador de Ministerios Públicos Foráneos, se va a consignar a los seis sujetos, puesto que entre ellos debe estar el culpable, pero nadie quiere hablar.
Dijo que el juez que reciba el caso deberá determinar, ya con más pruebas, la responsabilidad de los seis detenidos.
Por último, señaló De Santiago Félix que en Santiago Papasquiaro ya se busca a José Guadalupe Ramírez, quien asesinó de nueve balazos a Ezequiel Ramírez Sarabia, de 31 años, porque no lo dejó entrar a una disco.
Nuevo
Otro nuevo caso para la Procuraduría General de Justicia, tras suscitarse un acto de sangre, donde José Urbano González Hernández, de 19 años, recibió en la espalda una herida punzocortante producida por una navaja, en San Dimas.
El lesionado, quien tiene su domicilio en la calle Jacarandas de la colonia San Miguel, dijo que al agresor sólo lo conoce por el apodo de ?el frente roja?, de 19 años, aproximadamente.
Los hechos ocurrieron la madrugada de ayer, cuando José caminaba por las calles de la colonia 12 de Diciembre, encontrándose parado en la esquina el autor de la agresión, mismo que, sin mediar palabra, le propinó la cuchillada por la espalda, de manera sorpresiva, para posteriormente darse a la fuga.
